Los empleadores de Estados Unidos se enfrentan a una factura anual de 14 mil millones de dólares por la contratación de trabajadores extranjeros cualificados, después de que Donald Trump impuso una tarifa de 100 mil dólares al costo de la visa para que los nuevos trabajadores entren al país.
El viernes, el presidente firmó una proclamación que introduce una tarifa de solicitud de 100 mil dólares para la visa H-1B para trabajadores extranjeros.
Después del caos en los aeropuertos el sábado, mientras los trabajadores se apresuraban a regresar a EU, la Casa Blanca aclaró que la medida solo se aplicará a los nuevos solicitantes a partir de la próxima lotería de visas en febrero, no a las personas que ya poseen la visa H-1B.
Indicó que la medida tiene como objetivo incentivar a las empresas a contratar trabajadores estadunidenses. La proclamación señala que se ofrecerán algunas excepciones a discreción de la administración, pero no quedó claro qué tan ampliamente estarán disponibles.
El año pasado se emitieron más de 141 mil nuevas visas H-1B, de acuerdo con las cifras del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EU. Si el número de solicitudes se mantiene al mismo nivel con la nueva tarifa de 100 mil dólares por persona, las empresas estadunidenses tendrán que pagar 14 mil millones de dólares cada año.
Silicon Valley depende en gran medida de las visas H-1B para contratar ingenieros, científicos y programadores extranjeros. La visa de no inmigrante también la utilizan industrias especializadas, como firmas de contabilidad y compañías de atención de salud. Alrededor de dos tercios de los beneficiarios de 2023 trabajaban en el sector de tecnología de la información.
El año pasado se aprobaron alrededor de 400 mil solicitudes H-1B; la mayoría eran personas que renovaban sus visas.
Miembros destacados de la coalición política de Trump previamente expresaron su apoyo al programa, incluido a su principal donante, Elon Musk. Sin embargo, otros, como el antiguo estratega de la Casa Blanca, Steve Bannon, piden la abolición de la iniciativa para proteger a los trabajadores estadunidenses.
Garry Tan, director ejecutivo de la incubadora de startups Y Combinator, escribió en la red social X que la decisión de Trump es un error que “destruye a las startups” y representa un “enorme regalo para todos los centros tecnológicos extranjeros”, incluidos Vancouver y Toronto, en Canadá.
“En medio de una carrera armamentista de inteligencia artificial (IA), les estamos diciendo que construyan en otro lado. Necesitamos que las pequeñas empresas estadunidenses de tecnología ganen, no peajes de 100 mil dólares”, añadió Tan.
Abogados de importantes compañías estadunidenses dijeron a Financial Times que sus clientes están esperando más aclaraciones del Departamento de Estado, que emite visas. Las empresas también evalúan presentar un recurso legal para impugnar las tarifas propuestas.
“El poder ejecutivo tiene la autoridad de imponer una tarifa para recuperar el dinero destinado a administrar el programa H-1B”, expresó Matthew Dunn, socio del bufete de abogados Herbert Smith Freehills Kramer. “Añadir 100 mil dólares está totalmente fuera de su poder regulatorio”.
“Creemos que es muy probable que veamos una intervención de los tribunales que bloquee esta proclamación”, añadió.
El presidente enfrenta más de 135 impugnaciones legales y espera un fallo de la Suprema Corte sobre la validez de los aranceles que impuso a sus socios comerciales a principios de este año, después de que dos tribunales inferiores dictaminaron que la medida era ilegal.
Se espera que la administración impulse revisiones más amplias del programa H-1B, tal como se establece en la proclamación del viernes, incluida la eliminación del salario de referencia que se utiliza para determinar si se debe aprobar la visa de un beneficiario.
Los legisladores republicanos también hicieron un llamado para que las visas H-1B se asignen con base en un salario jerárquico, en lugar de hacerlo al azar, como ocurre con la lotería actual.
Los empleadores evalúan cambiar a tipos de visa alternativos, incluyendo la categoría L-1, diseñada para directivos y empleados con “conocimientos especializados”. Sin embargo, los requisitos de este programa son más exigentes, ya que el personal debe estar empleado en el extranjero durante al menos un año.
Gary Cohn, antiguo asesor económico de Trump y actual vicepresidente de IBM, afirmó que la aclaración de la Casa Blanca significa que “todos los que tienen una visa H-1B comprenden su estatus y cómo va a funcionar”.
En declaraciones al programa Face The Nation de CBS el domingo, Cohn dijo que el aumento de la tarifa es una “buena idea”.
Las empresas “no van a solicitar una visa y participar en la lotería sin más, a menos que se trate de una persona altamente cualificada que se necesite y que no se pueda contratar en EU”, dijo.