Kering necesita reducir su “excesiva dependencia” de Gucci, su marca principal, y recortar toda su red de tiendas, afirmó el nuevo CEO del grupo de lujo, Luca de Meo, en un memorando interno.
De Meo utilizó esta nota, distribuida a inicios de octubre, para delinear un plan plurianual con el fin de reactivar el desempeño de Kering.
El memo señala que la recuperación de Gucci —la marca dominante del grupo en ventas y beneficios— sigue siendo clave, pero que también se requiere un cambio más amplio en toda la compañía.
Las acciones de Kering cayeron 3.2 por ciento en la bolsa de París este miércoles, hasta alcanzar una capitalización de mercado de casi 42 mil 600 millones de dólares, tras un fuerte repunte desde que se anunció el nombramiento de De Meo la primavera pasada.
Las ventas orgánicas del grupo han caído 12 por ciento en los primeros nueve meses de 2025, hasta los 12 mil 600 mdd.
El plan de recuperación, bautizado por De Meo como “ReconKering” y formulado en septiembre, establece un plazo de 18 meses para dimensionar nuevamente las operaciones de Kering y devolver a todas sus marcas a la senda del crecimiento.
El memo, cuyo contenido fue visto por Financial Times, señala que el grupo debe recuperar un “desempeño financiero de primer nivel” y reposicionar sus marcas en un plazo de 36 meses.
La rentabilidad de Kering ha sufrido un golpe significativo porque los gastos operativos y las inversiones siguieron aumentando “de forma considerable” incluso cuando las ventas se desplomaron, lo que resultó en una “disminución del retorno sobre el capital, mayor deuda neta y pérdida de valor en la acción de Kering”, escribió De Meo.
Kering depende en gran medida de Gucci, que representa aproximadamente la mitad de las ventas del grupo y dos tercios de sus beneficios. Pero la marca italiana ha perdido atractivo y ha sido duramente golpeada tras concentrarse en exceso en el mercado chino, actualmente deprimido.
Los esfuerzos de recuperación se han estancado mientras la marca ha rotado entre distintos directores creativos y directores generales en los últimos años.
De Meo indicó que Kering debe reducir esta dependencia reactivando Gucci y, al mismo tiempo, desarrollando sus otras marcas: Saint Laurent, Bottega Veneta y Balenciaga.
Desde la llegada de De Meo, todas las marcas de Kering están siendo sometidas a una revisión estratégica encabezada por las consultoras Bain y BCG, según varias personas con conocimiento del proceso.
El memo incluye lo que De Meo denomina acciones “obvias para los primeros 100 días” a fin de reducir la deuda y los costos de financiamiento del grupo.
Los inversionistas han mostrado creciente preocupación por adquisiciones y operaciones inmobiliarias a precios elevados.
El CEO también afirmó que Kering debe reestructurar su proceso presupuestario y adoptar un enfoque más conservador en cuanto a costos e inversiones.
De Meo dijo al personal: “Somos los retadores, pero no estamos por debajo de nadie: mantenemos la humildad y nos guía nuestra ambición.”
JLR