Los acuerdos del G20 y la COP30 demuestran que la ausencia de Estados Unidos no llegó a desmotivar a los líderes mundiales
Al golpear con un mazo para cerrar la cumbre del G20 con un comentario sarcástico hacia Estados Unidos, el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa adoptó un tono desafiante hacia la postura aislacionista del presidente Donald Trump y su autoimpuesto exilio de los organismos multilaterales que Washington alguna vez defendió.
El acuerdo conjunto de los 19 países restantes, después de que Trump boicoteó la reunión y les pidió los demás países que no firmaran un comunicado, “reafirma nuestro renovado compromiso con la cooperación multilateral”, dijo, radiante, Ramaphosa el domingo.
La declaración de Johannesburgo, de 30 páginas, hace un llamado a un aumento en el financiamiento para proyectos de energía renovable, cadenas de suministro de minerales críticos más equitativas y alivio de la deuda para los países más pobres, entre otros temas.
“Nos volveremos a ver el próximo año (en EU)”, dijo Ramaphosa, quien rechazó una solicitud estadunidense de última hora para enviar un diplomático a aceptar la entrega formal de la presidencia del G20, que Estados Unidos asumirá en diciembre. “Nuestros objetivos comunes superan nuestras diferencias”.
Creado en 1999 como un foro para remediar crisis económicas, como disputas comerciales e inestabilidad financiera, los líderes del G20 ahora también debaten temas más amplios como el cambio climático y las tensiones geopolíticas.
Trump se retiró de la reunión, afirmando que era una “vergüenza total” que Sudáfrica albergara el evento y repitiendo afirmaciones falsas de que el país está persiguiendo a su población blanca.
El resultado del G20, sumado a un desafío similar por parte de otros países en la conferencia climática COP30, puso de relieve el alcance de la retirada estratégica de Estados Unidos de grupos en los que antes era el eje central, y la disposición de otros a seguir adelante a pesar de todo.
“Si bien muchos países van a tratar de complacer a EU en algunos aspectos, hay una línea que no cruzarán”, dijo Peter Attard Montalto, director general de la consultora Krutham, con sede en Johannesburgo. “En particular, la cumbre de Sudáfrica demostró su disposición a actuar en contra de los deseos de EU para proteger el multilateralismo, y eso es significativo”.
Dos días antes del inicio del G20, los “sherpas” o funcionarios de los países participantes encargados de redactar un comunicado conjunto se reunieron informalmente para decidir si era posible algún tipo de declaración colectiva, de acuerdo con dos personas con información sobre la conversación.
Algunos argumentaron que la oposición de Trump significaba que debían rendirse, pero un puñado de delegados europeos argumentó que abandonar el esfuerzo no solamente lanza una sombra sobre el G20, sino que eso significaría que las demás capitales cederían su soberanía a Washington.
“Existía la sensación de que debíamos enviar un mensaje antes de la presidencia de EU”, dijo una de las personas.
El sentimiento volvió a aparecer durante la cumbre, cuando los líderes europeos, junto con Japón y Canadá, se reunieron para debatir una respuesta al plan de paz ruso-estadunidense para Ucrania, y respondieron a la presión de EU al hacer un llamado por “trabajo adicional” en el “borrador”.
En la cumbre COP30 en Brasil, de la que EU también se ausentó, la Unión Europea, el Reino Unido y otros países llegaron a un acuerdo menos ambicioso de lo esperado, pero rescataron la cooperación climática global, a pesar del temor de que otros países siguieran la decisión de Trump de abandonar el acuerdo climático de París por segunda vez.
“En un momento en que el multilateralismo se encuentra, francamente, bajo mucha presión, creo que los países se unieron y dijeron: ‘En realidad, queremos multilateralismo’”, dijo Ed Miliband, secretario de Energía y Clima del Reino Unido.
El comisionado de clima de la Unión Europea, Wopke Hoekstra, dijo que, si bien “no siempre es fácil” alcanzar el consenso, fue “muy contundente” que 194 países reafirmaran su voluntad de trabajar juntos para abordar el cambio climático.
Pero la retirada de EU de ambos eventos pone en entredicho la idea de la cooperación global.
“Reunirse por primera vez en el continente africano marca un hito importante en la vida del G20. Pero también debemos reconocer que el G20 podría estar llegando al final de un ciclo”, declaró el presidente francés, Emmanuel Macron, a los periodistas en el G20.
En cumbres anteriores del G20, el líder del país anfitrión le cede la presidencia a su sucesor. Se toma una foto del presidente actual y del futuro presidente. Ante la ausencia de EU, el equipo de Ramaphosa se vio obligado a buscar una alternativa.
“Ahora digo que este mazo clausura formalmente esta cumbre y ahora da paso al próximo presidente del G20, que es Estados Unidos”, dijo, sonriendo al golpear la mesa antes de girarse para recibir cálidos abrazos del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, el primer ministro canadiense, Mark Carney, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.