Los costos de la caótica salida de China de su estrategia de cero covid van en aumento. A pesar de que la cifra oficial de muertos es prácticamente estática, una serie de obituarios de figuras públicas de edad avanzada demuestran el impacto.
Pero detrás de los estragos, se está produciendo un reajuste fundamental en la política exterior y económica de Xi Jinping. Según funcionarios chinos y asesores del gobierno, Beijing está elaborando políticas encaminadas a mejorar los lazos diplomáticos, que se han deteriorado gravemente, y a impulsar una economía profundamente debilitada.
La motivación que se encuentra detrás de las reactivaciones previstas —cuyo éxito es incierto— deriva de una confluencia de diferentes tensiones económicas, sociales y de política exterior que alcanzaron niveles críticos, dicen funcionarios y asesores de China.
Varias de las nuevas políticas y planes representan el “espíritu” del XX Congreso del Partido Comunista de China celebrado en octubre, donde se estableció el tono de una serie de objetivos a largo plazo.
Desde el punto de vista económico, los principales objetivos son restablecer un crecimiento sólido en la desacelerada economía china, mejorar la suerte de cientos de millones de trabajadores rurales, estabilizar el alicaído mercado inmobiliario y apuntalar una crisis que afecta a las finanzas de decenas de gobiernos locales, afirman los funcionarios.
Chen Zhiwu, uno de los principales economistas que esperan que Beijing impulse una serie de políticas favorables al crecimiento, dijo que espera que el objetivo para 2023 sea “de 6 por ciento o superior”, muy por encima de la proyección del Fondo Monetario Internacional (FMI) de 4.4 por ciento.
“Dado que pueden aspirar a una tasa promedio de crecimiento de 5% y que es probable que 2022 se encuentre alrededor de 3 por ciento, necesitan algo así como 7 por ciento para 2023”, dice Chen. Varios economistas pronostican para 2023 un crecimiento del PIB superior al 5 por ciento.
Desde el punto de vista diplomático, el principal objetivo es mejorar las relaciones con algunos países occidentales. La atención se centra en los lazos con Europa, que quedaron dañados por el apoyo de China a su socio Rusia durante la guerra contra Ucrania.
“Beijing espera no convertirse en rival de todos los países de Occidente y tampoco desea estar aislado”, dice Yu Jie, experto en China de Chatham House.
42 por ciento
Aumentó el saldobancario de las familias chinas desde principios de 2020
Desconfianza hacia Moscú
China percibe ahora la probabilidad de que Rusia no consiga imponerse a Ucrania y salga del conflicto como una “potencia menor”, muy mermada económica y diplomáticamente en la escena mundial, según funcionarios y asesores chinos.
Además, en privado algunos funcionarios chinos expresan al menos cierta desconfianza hacia el propio Vladímir Putin.
Los diplomáticos chinos, que tratan de rehabilitar la posición de China en Europa, sostienen en conversaciones privadas que Beijing desconocía la intención de Moscú de lanzar una invasión total en Ucrania.
Esta línea no es más que una vertiente de una estrategia más amplia, que tiene como objetivo atenuar la sensación de aislamiento de China y evitar que Europa se acerque aún más a Estados Unidos (EU).
La maniobra principal de Beijing es intentar tranquilizar a sus contrapartes europeas diciéndoles que están dispuestos a utilizar la cercanía de su relación con Moscú para impedir que Putin recurra a las armas nucleares.

Mientras busca reparar los lazos con las potencias europeas, Beijing insiste en que sus contrapartes europeas acepten repetir un mantra de “no desvinculación”, lo que marca una clara diferencia con Washington, que busca limitar los lazos comerciales de EU con China en ciertas áreas, particularmente en las tecnologías sensibles.
“China se dio cuenta de que se enemistó con demasiados países al mismo tiempo, sobre todo entre los países desarrollados, que siguen siendo hoy sus principales socios comerciales y económicos”, dice Jean-Pierre Cabestan, experto en China de la Hong Kong Baptist University.
“Así que intenta por todos los medios acercarse a la Unión Europea y a las principales naciones europeas —Alemania, Francia, Italia y España— así como a los aliados asiáticos de Estados Unidos, como Japón y Corea del Sur, y a socios estadounidenses como Vietnam”, dice Cabestan.
6 por ciento
De crecimientoeconómico espera alcanzar China al cierre de 2023
Más apertura con Europa
La Unión Europea es el mayor socio comercial de China y Beijing registra un enorme superávit comercial con el bloque. Asimismo, varias de las principales compañías europeas figuran entre los mayores inversores extranjeros de China.
El deseo de China de un restablecimiento diplomático con Europa parece estar dando resultados significativos. A las visitas a Beijing de Olaf Scholz, canciller alemán, y Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, seguirán a principios de este año las del presidente francés, Emmanuel Macron, y la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.
Se espera que Macron siga los pasos de Scholz y se oponga a la “desvinculación” de China, cediendo así a Beijing algo de terreno en su estrategia de sembrar la división entre las potencias europeas y EU.
Hay indicios de que el enfoque está funcionando a favor de Beijing. “Las relaciones China-Europa repuntaron significativamente porque Europa no aboga por desvincularse de China y exige independencia estratégica”, menciona Ding Chun, director del Centro de Estudios Europeos de la Universidad Fudan de Shanghái.

¿Ola de gastos?
Si bien el reajuste diplomático que pretende China empieza a causar olas en todo el mundo, en Beijing se considera más importante su estrategia para apuntalar el crecimiento económico interno. La hipótesis sin comprobar que está detrás de la estrategia a favor del crecimiento es que China saldrá en los próximos meses de su malestar económico inducido por el covid-19.
Han Wenxiu, uno de los principales funcionarios de la Comisión Central de Asuntos Financieros y Económicos, declaró en diciembre que es probable que en el primer trimestre China sufra importantes perturbaciones, pero que en el segundo se espera una mejora económica a un “ritmo acelerado”.
Wenxiu destacó el sector de las bienes raíces y el gasto de los consumidores como dos áreas de atención. En el caso del mercado inmobiliario —que ha sido uno de los principales motores del crecimiento del PIB en las dos últimas décadas—, el funcionario anunció que “prevenir y resolver los riesgos... son de alta prioridad”.
Los analistas interpretan sus palabras en el sentido de que Beijing planea estabilizar el mercado —que en noviembre sufrió un descenso de las ventas de 28.4% interanual— en algún momento de este año. Además del apoyo verbal de Han Wenxiu, China dio a conocer 16 medidas de apoyo al mercado inmobiliario, mientras que los bancos estatales prometieron alrededor de 256,000 millones de dólares (mdd) en créditos potenciales a desarrolladores específicos.

A largo plazo, Beijing pretende hacer realidad su objetivo de “prosperidad común” al aumentar sustancialmente el número de personas en un grupo de “ingresos medios”, dicen los asesores del gobierno. Pero a corto plazo, varios analistas esperan una “oleada de alivio” del gasto una vez que se superen las disrupciones por la pandemia.
Andy Rothman, estratega de inversiones del fondo Matthews Asia, dice que un enorme fondo de ahorro familiar podría alimentar una ola de gastos una vez se salga de los confinamientos por el covid-19. Señala que los saldos bancarios de las familias aumentaron un 42%, o 4.8 billones de dólares, desde principios de 2020.
Pero algunos analistas se muestran más indecisos, señalando la caótica salida de China de sus confinamientos.
“Con (la estrategia de) cero covid ya en el espejo retrovisor, los mercados esperan una recuperación fulgurante en 2023. Y así será, en algún momento”, dice Derek Scissors, economista en jefe de la empresa de estudios Beige Book. “Sin embargo, con la marejada de covid en curso, la inversión cayendo a mínimos de 10 trimestres y los nuevos pedidos que siguen siendo maltratados, una recuperación significativa en el primer trimestre es cada vez menos realista”.

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