Universal Music y Warner Music están cerca de firmar acuerdos históricos de licencias de inteligencia artificial (IA), según personas familiarizadas con el asunto, ya que las compañías discográficas intentan establecer las condiciones sobre cómo los grupos de tecnología pagan por la música.
Universal y Warner —casas de artistas como Taylor Swift, Kendrick Lamar, Charli XCX y Coldplay— pueden llegar a acuerdos con empresas de IA en cuestión de semanas, dijeron las personas.
En las conversaciones han participado startups como ElevenLabs, Stability AI, Suno, Udio y Klay Vision.
Las compañías discográficas también están en conversaciones con grandes grupos de tecnología como Google y Spotify.
Los sellos discográficos consideran las negociaciones como una forma proactiva de manejar la disrupción provocada por la IA y evitar los errores de la era de internet, un momento que casi destruyó su negocio a principios del milenio.
Las conversaciones se centran en cómo las compañías discográficas otorgan licencia de sus canciones para crear pistas generadas por IA y para entrenar modelos de lenguaje de gran tamaño, según las fuentes.
Buscan una estructura de pago similar a la del streaming, donde la reproducción de una canción genera un micropago. Para calcular los pagos, las compañías discográficas quieren que los grupos de IA desarrollen una tecnología de atribución, similar al sistema de identificación de contenido de YouTube, que pueda identificar cuándo se utiliza su música.
Se desconoce qué compañías están más cerca de cerrar tratos, según personas involucradas en las conversaciones.
Spotify todavía se encuentra en las primeras etapas en su estudio de cómo integrar herramientas de IA generativa en su plataforma y no hay acuerdo inminente, según tres personas con conocimiento del asunto.
Las discográficas esperan que estos acuerdos históricos lleguen a sentar un precedente sobre cómo las empresas de IA pagan por la música, aunque los modelos pueden variar según la plataforma.
Las pistas generadas por inteligencia artificial se están infiltrando cada vez más en los servicios de streaming. El servicio francés Deezer declaró en septiembre que casi un tercio de las pistas que se subieron a su plataforma eran generadas por IA. La semana pasada, Spotify anunció la eliminación de 75 millones de canciones spam generadas por IA durante el último año.
Sony Music, la tercera mayor disquera y hogar de Adele y Beyoncé, indicó: “Estamos en conversaciones con empresas que cuentan con modelos éticos de entrenamiento que benefician a nuestros artistas y compositores”.
Elliot Grainge, director ejecutivo de Atlantic Records, comparó la situación actual con la “fase de Napster y LimeWire de 2002”, cuando los nuevos servicios gratuitos para compartir música hundieron la industria, pero se mostró muy optimista sobre la nueva oportunidad.
“Vimos cómo una industria perdía 50, 60 o 70 por ciento de su valor… los sellos discográficos tienen la responsabilidad de negociar los mejores acuerdos para sus artistas, y son muy buenos en eso. Aprendieron de sus errores del pasado. Ahora entienden la importancia de sobrevivir gracias a ese periodo tumultuoso”, declaró Grainge a Financial Times.
“Tengo mucha fe en la futura unión entre los titulares de derechos, los artistas y estas plataformas de IA”, dijo.
Los ejecutivos advirtieron que los acuerdos serán más complejos que los de streaming, ya que la IA puede usar la música de formas poco claras —no solo reproduciendo canciones o creando pistas— y los artistas pueden mostrarse recelosos.
“La diferencia radica en tomar toda la historia de la música y alimentarla a un modelo que produce algo irreconocible. La pregunta es: ¿se sumarán los artistas?”, comentó un alto ejecutivo de un sello discográfico.
“Depende del contrato. La mayoría dice: ‘Confío en que harás los acuerdos correctos en mi nombre’. Sería imposible regresar con los artistas cada vez y preguntarles: ‘¿Están de acuerdo con este uso de su música?’. En algún momento se firmará un acuerdo importante que sentará un precedente”, añadió.
En 2024, las principales compañías discográficas demandaron a Suno y Udio por infracción de derechos de autor. Pero ahora se encuentran en conversaciones con las dos startups y esperan alcanzar acuerdos de licencia que incluirían llegar a un arreglo por el uso pasado de su música, dijeron personas familiarizadas con las discusiones.