En las últimas décadas, la industria automotriz se consolidó como uno de los pilares económicos más relevantes para México y el resto de Norteamérica. Su impacto no solo se refleja en la generación de empleo, inversión extranjera y desarrollo tecnológico, sino también en su capacidad de adaptación frente a los cambios del mercado global y las exigencias medioambientales.
En la actualidad, uno de los desafíos para el sector automotriz es renovar la imagen de la industria entre la población joven, especialmente en el ámbito de los distribuidores, ya que existe una percepción desactualizada que impide atraer a nuevo talento a sus filas, de acuerdo con Juan Carlos Rodríguez Villava, director general de Dalton Motors.
¿Cómo está la participación de los jóvenes en el sector de la distribución automotriz?
Tenemos una tarea importante: volver a atraer a los jóvenes hacia la industria automotriz, especialmente al segmento de distribución. Hoy nuestras distribuidoras están llenas de tecnología, de oportunidades de carrera real. Pero muchos jóvenes aún ven este sector como algo del pasado. Eso tiene que cambiar.
A veces me he tenido que aliar con las armadoras para hacer programas, para volver llamativa para los jóvenes locales la idea de entrar a trabajar a la industria automotriz, que además es sumamente noble y abre la oportunidad para hacer una carrera interesantísima.
Durante mucho tiempo a lo mejor algunos chavos dijeron: “Oye, no, la verdad es que prefiero tener un título en una consultora que irme a ser mecánico”, o buscaron una carrera en una empresa que esté en crecimiento.
En Dalton Motors, desde el inicio de nuestra historia en Guadalajara, tenemos un centro tecnológico para desarrollo de técnicos, que trabajamos en conjunto con Toyota. Con eso buscábamos desarrollar técnicos locales que además podían, o no, quedarse a trabajar con nosotros, pero sentíamos que era sumamente importante promover el talento local y que vieran en las empresas locales posibilidades de crecimiento laboral.
Se pueden generar oportunidades locales si trabajamos junto con gobiernos, armadoras y comunidades para atraer a los jóvenes hacia carreras en esta industria renovada.
¿Cuáles son las proyecciones para el sector en la región Norteamérica?
Personalmente veo un panorama muy positivo para el sector automotriz. Tenemos el mejor mercado del mundo, con una industria que vale 1.2 billones de dólares.
Entonces, nos sentimos sumamente confiados en que lo que sea que suceda será para bien de toda la industria, para que podamos seguir generando empleos y para la prosperidad de nuestra región en general.
Todavía hay un enorme potencial de crecimiento en Norteamérica, no solo en el aspecto productivo, sino también en la integración de consumidores, mercados y beneficios para las comunidades locales, tanto a nivel estatal como regional. Solo por dar un dato: cada empleo directo en la industria automotriz genera 18 empleos indirectos adicionales.
¿Cómo se perciben las tensiones comerciales y políticas en la región desde el sector automotriz?
Siempre existió ruido, estamos seguros que los líderes y las administraciones de los tres países están buscando lo mejor para todos, y nosotros seguiremos trabajando para generar prosperidad local en cada uno de los lugares donde tenemos operaciones.
Cuando nosotros comenzamos en este sector, había apenas cinco marcas en México, y desde entonces, la única constante ha sido el cambio, y creo que algo que caracteriza a Norteamérica es su agilidad para adaptarse. Las recalibraciones en el mercado son normales, pero los vehículos forman parte de la identidad americana y eso nos da mucha confianza.
ÉL DICE"Cada empleo en la industria automotriz,
Genera 18 empleos indirectos"
¿Cómo percibe la transición hacia los autos híbridos y eléctricos en Norteamérica?
La movilidad sigue siendo una necesidad básica y lo importante es entender que cada familia, en cada región, tiene distintas prioridades. No es lo mismo alguien en California que en Jalisco o Ciudad de México.
Por eso las nuevas tecnologías llegaron para quedarse. Los autos completamente eléctricos tienen ya un nicho de mercado que los busca y aprecia. Sin embargo, los híbridos están teniendo una excelente aceptación, sobre todo en territorios tan amplios como los nuestros. La clave está en escuchar al cliente.
Hemos dado servicio a más de 1.2 millones de ciudadanos entre Estados Unidos y México, nuestra labor es estar conectados con ellos para saber qué están pidiendo.
Esa retroalimentación es clave para que luego puedan generarse recalibraciones o ajustes en políticas públicas que beneficien a todos, queremos poner el coche enfrente del consumidor lo más rápido posible, con las mejores condiciones y con la mayor cantidad de componentes norteamericanos.
En Dalton, nuestra filosofía de “Pasión por ti” significa justamente eso: analizar qué es lo que necesita el consumidor. Los datos que recabamos los compartimos con las armadoras, y ellas ajustan sus líneas de producción según la demanda real.
Actualmente, tanto los autos eléctricos como los híbridos y los de combustión interna (a diesel o gasolina), se están volviendo más eficientes cada vez. Incluso este último segmento también evoluciona: los motores consumen cada vez menos combustible, emiten menos gases contaminantes y son más amigables con el medio ambiente.
Al final, sucederá como cuando apareció la tablet y se pensó que reemplazaría a la laptop y no fue así, creemos que las distintas tecnologías convivirán entre sí, porque quien marca el rumbo es el consumidor.
¿Qué papel están jugando las marcas chinas en este nuevo escenario automotriz?
Es evidente que la llegada de estas marcas ha ampliado la oferta para el consumidor. Cuando comenzamos apenas había cuatro o cinco marcas en México, mientras que hoy la competencia se diversifica. Eso es claramente parte del ADN de Norteamérica: la competencia justa y abierta.
Siempre que las condiciones sean equitativas, que haya un mismo piso para todos, la competencia es bienvenida, ya que genera más opciones para el consumidor, mejores precios y productos con mayor valor.
Al final del día, es el cliente quien decide qué marca prefiere. Y eso, en una economía de mercado, es lo más sano que puede haber.
KRC