La economía informal representa ya 24.5 por ciento del PIB nacional, pero ya no por la falta de oportunidades laborales, sino porque varios negocios encontraron que es más rentable para ellos operar de esa forma, expuso el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp).
“Si bien una de las principales causas del aumento de la economía informal ha sido la ausencia de estrategias que estimulen el crecimiento de la economía y que ofrezcan la posibilidad de abrir más puestos de trabajo en el mercado formal, existen otros factores que han contribuido activamente a limitar que las empresas incrementen sus plantillas laborales”, destacó en su reporte semanal.
Dijo que un importante promotor de la informalidad ha sido la existencia de un marco regulatorio excesivo.
“Aunque se aprecian avances en materia de una regulación mucho más eficiente, esto no han sido suficientes, toda vez que aún prevalecen requisitos complejos para quienes desean participar activamente en la actividad productiva formal, obligándolos, en algunos casos, a desistir o reorientar su interés hacia las actividades informales, donde no existen limitantes para participar en el mercado”, expuso.
El Ceesp destacó por ello que si bien es cierto que la informalidad no ofrece las condiciones idóneas para quienes la ejercen, el hecho de que resulta menos oneroso realizar cualquier actividad informal la hace más atractiva, “de tal forma que ya no solo es refugio de desempleados, sino de quienes buscan ganancias sin tener que cumplir con las obligaciones que implica la formalidad”.
Expusó que cifras más recientes publicadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó que en mayo de 2025 la economía informal concentró a 33 millones de personas, lo que representó 55 por ciento del total de la población ocupada del país.
“No hay duda de la necesidad de políticas que permitan un ambiente de negocios atractivo, sobre todo en un momento en el que la incertidumbre por factores internos y externos inhiben un mayor ritmo de crecimiento de la inversión. Un mayor nivel de inversión y un ambiente que incentive la formalidad contribuye a elevar y fortalecer el ritmo de crecimiento de la actividad productiva, favoreciendo la posibilidad de crear mayores puestos de trabajo en el sector formal, beneficiando los niveles de bienestar de los hogares”, remarcó.