El Consejo Mexicano de Comercio Exterior del Noreste (Comce Noreste) advirtió que, si bien esta región tiene la oportunidad de consolidarse como un nodo logístico de alto nivel, también está en riesgo de estancarse como un punto de cruce saturado, debido a la falta de infraestructura adecuada.
Luis Javier Cendejas Meneses, presidente de Comce Noreste, señaló que en un momento en que el mundo habla del nearshoring como el nuevo oro económico, es fácil caer en el discurso triunfalista de que México “ya ganó” por su ubicación geográfica, su talento humano y su red de tratados. Sin embargo, advirtió que la realidad es más compleja.
“El nearshoring no es una medalla automática, es un examen que se presenta continuamente”, expresó.
Agregó que para superarlo, no basta con contar con fábricas: “Necesitamos algo más profundo: logística de clase mundial”.
Cendejas enumeró diversos elementos que se requieren para ello: aduanas eficientes, recintos fiscalizados estratégicos, infraestructura ferroviaria y carretera conectada con inteligencia y seguridad, que permita circular en cualquier horario sin temor, una cadena de valor regional bien articulada desde la manufactura hasta el embarque, capital humano con visión global y conocimiento en normativas internacionales, así como paraderos adecuados para operadores de tractocamión en las carreteras.
Comce destacó que la región noreste, considerada el epicentro industrial del país, genera más del 43 por ciento de las exportaciones manufactureras de México, siendo además una puerta clave para la salida de tecnologías, bienes intermedios y productos terminados.
No obstante, enfrenta una dualidad crucial: puede consolidarse como un nodo logístico de clase mundial o convertirse en un cuello de botella por cruces fronterizos saturados.
