La salud mental ha dejado de ser un tema reservado al ámbito médico, ahora es un eje estratégico de múltiples industrias; en la belleza.
Las empresas ya no sólo venden productos, sino experiencias y valores que apelan al autocuidado, así como la confianza personal como extensión del bienestar psicológico.
"Verse bien es sentirse bien"
Por ejemplo, donde el lema “verse bien es sentirse bien” cobra relevancia, las marcas redefinen su propósito y su narrativa para conectar con consumidores que buscan algo más que estética:
- Bienestar emocional
- Autenticidad
- Coherencia

En el marco del Mes de la Salud Mental, el sector de la belleza, valorado en más de 600 mil millones de dólares, según Statista, enfrenta el desafío de responder a un consumidor cada vez más consciente de la relación entre apariencia y salud mental.
La firma global de investigación de mercado, Mintel, señala que 64 por ciento de los consumidores globales rompe relaciones con marcas que perciben como falsas o manipuladoras cuando abordan temas de salud mental.

Rare Impact Fund, rompiendo estándares de belleza
Contexto que ha entendido Rare Beauty, la marca de cosméticos de Selena Gómez cuya visión es romper con los estándares de belleza poco realistas, abrazar la individualidad y cuidar de la salud mental.
Es que su fundadora, la cantante Selena Gómez, es una sobreviviente de episodios de depresión, ansiedad y psicosis.
Rare Beauty y Sephora anunciaron su campaña anual Make A Rare Impact, que también se promueve en México, donde del 10 al 12 de octubre se donará el 100 por ciento de las ventas de la nueva fragancia Rare Impact Fund.
Desde su lanzamiento, Rare Impact Fund ha recaudado más de 20 millones de dólares, canalizados a 30 organizaciones distribuidas en cinco continentes, con un enfoque en jóvenes y comunidades marginadas, según la marca.
Además de las donaciones, Rare Beauty organiza su propia Cumbre Anual de Salud Mental, un espacio de discusión que en 2024 reunió a 175 activistas, educadores y creadores de contenido para reflexionar sobre ansiedad, bienestar digital y autoaceptación.

Por su parte, Maybelline New York, bajo el programa global Brave Together, busca eliminar el estigma asociado a la depresión y la ansiedad.
En México, el 100 por ciento de las ventas online realizadas a través de Mercado Libre se destinarán a la Fundación Origen, con una meta de recaudar 1.1 millones de pesos para ofrecer atención psicológica gratuita, de acuerdo con la página oficial de Maybelline.
Desde 2022, la iniciativa de Maybelline ha aportado 10 millones de dólares a organizaciones en distintos países, mediante talleres, activaciones presenciales y recursos digitales enfocados en jóvenes.
Escenario de salud mental
Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se pierden más de 12 mil millones de días laborales por depresión y ansiedad, un dato que refleja la magnitud de los trastornos psicológicos en la población adulta a nivel global.
En México, el 67 por ciento de las personas señala que el regreso a oficinas estructuradas ha mejorado su equilibrio entre vida y trabajo, según un estudio realizado por WeWork y PageGroup.
En materia de atención, Organización Panamericana de la Salud (OPS) estima que apenas el 3 por ciento de los presupuestos de salud de la región se destina a salud mental, aun cuando la depresión y la ansiedad son la tercera y cuarta causa de discapacidad en la zona.
Aunque Rare Beauty, Maybelline y Sephora han incluido a México en algunas de sus campañas, los programas con impacto directo siguen siendo escasos. La mayoría de los recursos se concentran en Estados Unidos y Europa.
De acuerdo con Business of Fashion, el consumidor latinoamericano muestra interés creciente en marcas con propósito, pero también mayor escepticismo frente a discursos vacíos.

Una encuesta de Ipsos 2025 revela que siete de cada diez jóvenes esperan que las empresas demuestren su compromiso social con hechos, más allá de la publicidad.
El efecto K-Beauty, la otra cara de la belleza
Lo que comenzó como una tendencia local en Corea del Sur se ha transformado en un motor global de innovación cosmética.
El K-Beauty, basado en rutinas meticulosas, ha conquistado mercados por su promesa de una piel luminosa y saludable.
Sin embargo, también ha reforzado estándares de perfección que generan presión social y expectativas poco realistas, sobre todo en adolescentes y jóvenes adultos.
La exposición constante a celebridades coreanas e influencers ha reforzado estos ideales de belleza, impulsando a muchos consumidores a perseguir transformaciones rápidas, incluso cuando esto puede afectar de manera negativa su bienestar emocional.
Según un informe de Imarc Group, el mercado global de productos K-Beauty fue valorado en 14 mil 689 millones de dólares en 2024 y se proyecta que alcance 31 mil 818 millones de dólares para 2033, con una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 8.97 por ciento durante el período de 2025 a 2033.

El éxito comercial del K-Beauty contrasta con los retos psicológicos que plantea.
La obsesión por la perfección estética puede minar la autoestima y provocar ansiedad.
Adolescencia: Etapa vulnerable de la salud mental
El foco de la atención no recae sólo en los adultos, la OMS calcula que uno de cada siete jóvenes entre 10 y 19 años vive con un trastorno mental, lo que representa el 15 por ciento de la carga global de enfermedad en esa franja de edad.
La depresión, la ansiedad y los trastornos de comportamiento se posicionan entre las principales causas de discapacidad adolescente.
Más preocupante aún, el suicidio se ubica como la tercera causa de muerte entre jóvenes de 15 a 29 años.
A estos factores se suman:
- Violencia
- Presión social
- Normas de género
- Exclusión
Estigmas que obstaculizan la búsqueda de ayuda.
Trastornos alimentarios como la anorexia y la bulimia aparecen en esta etapa, afectando principalmente a niñas y adolescentes, además, aumenta el riesgo de mortalidad.
El consumo temprano de alcohol, tabaco y cannabis, así como la violencia interpersonal, son otras variables que inciden en la salud mental juvenil.
Frente a este panorama, la OMS y UNICEF impulsan la iniciativa HAT (Health Accelerator for Teens), orientada a la detección temprana, prevención y políticas públicas que aseguren atención oportuna.
Sephora Kids: alerta por la salud mental
En cuanto a los consumidores más jóvenes, los adolescentes se han convertido en un segmento clave para la industria cosmética.
El movimiento Sephora Kids muestra cómo las marcas están adaptando productos y experiencias para este público, fomentando hábitos de cuidado personal desde edades tempranas.
De acuerdo con analistas de Business of Fashion, este segmento impulsa el crecimiento del mercado, ya que los jóvenes consumidores no sólo influyen en las compras, sino que también crean tendencias que se reflejan en redes sociales y comportamientos de consumo en toda Latinoamérica.
Este fenómeno no sólo tiene un impacto cultural, sino también económico, la generación Alfa y los jóvenes de la gen Z representan un segmento con creciente poder adquisitivo, proyectado en 5. 5 billones de dólares para 2029, según Mintel.

KL