Un evento histórico marcó la pauta para la reactivación de la industria aeroespacial en México.
En las instalaciones del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), la Secretaría de Economía, liderada por Marcelo Ebrard, entregó el certificado número 001 de aeronave deportiva ligera al modelo Halcón 2.0.
México, de vuelta en producción aeronáutica
Este logro representa un hito que coloca nuevamente a México en el mapa de la producción aeronáutica.
Tras 11 años de camino recorrido, ahora sí la planta de Horizontec, ubicada en el municipio de Celaya, en el estado de Guanajuato, es una empresa encargada de la construcción y diseño del primer avión 100 por ciento mexicano.
La cual, podrá producirlo en serie y, en primera instancia, para las escuelas de aviación con las que ya tiene el compromiso de compra de al menos 12 aviones de su tipo.
Marcelo Ebrard calificó este suceso como un momento crucial para el país: “Es el certificado 001, es decir, volvemos a la aviación".
"México vuelve a producir aviones y levanta el vuelo, vamos a llegar muy lejos (...) es un día muy significativo, es un día que no voy a olvidar ni ustedes tampoco, porque México es el productor número 12 de aeronáutica a nivel del mundo y se espera que lleguemos a ser el décimo”, afirmó Ebrard.

Ebrard Casaubón, quien además tuvo la oportunidad de realizar un sobrevuelo en el Halcón 2.0, hizo énfasis en los obstáculos a los que se enfrentó la empresa y su CEO, Giovanni Angelucci, para llegar a este punto clave.
Sin apoyos oficiales de ningún tipo y con recursos propios, lo convierte en un proyecto emblemático para el país.
“Hace 11 años que empezó este sueño por parte de Giovanni y todo su equipo. Muchas personas, todo mundo les dijo: ‘es imposible’. En México no se ha registrado una aeronave desde hace décadas, 1957 (...) todo mundo decía: ‘no lo vas a poder lograr’, y todo esto se ha hecho sin un centavo proveniente de ayudas del gobierno de México. Ellos han conseguido los recursos y han desarrollado la ingeniería; al día de hoy lo lograron, eso ya de por sí es un triunfo, ese mensaje rebasa al campo de la aviación”, aseveró el secretario de Economía.

El sueño aeronáutico se vuelve realidad
Esta visión fue compartida por el director general de la Agencia Federal de Aviación Civil, Miguel Enrique Ballín, quien subrayó que el desarrollo del Halcón 2.0 permite retomar un camino que se había abandonado desde hace años.
“El Halcón 2.0 representa algo mucho más profundo: la recuperación del sueño aeronáutico mexicano. Desde 1957 México no había desarrollado una aeronave propia, han pasado más de cinco décadas sin que nuestro país produjera un avión desde cero, y hoy, gracias a Horizontec, ese sueño vuelve a despegar”, dijo Ballín Osuna.
El vuelo del Halcón ha sido una travesía de años. Giovanni Angelucci, presidente y CEO de la empresa Horizontec, expresó que la certificación es el resultado de un esfuerzo titánico iniciado en 2014.
“En estos años hemos luchado mucho, podríamos decir ríos de sangre, sudor y lágrimas, pero llegamos a un certificado de aprobación que significa que nuestra aeronave, en estos años que hemos logrado desarrollando una plataforma de ingeniería, es producto de esta plataforma, no es el producto final", comentó Angelucci, destacando la perseverancia de su equipo.
"Ojalá que nos den la oportunidad de desarrollar otras aeronaves, pero lo que está demostrando esta aeronave hoy es que cumple con normas internacionales, es segura y, sobre todo, aeronave-gable, y lo más importante: está hecha en México”, agregó.
¿Qué es el Halcón 2.0?
El Halcón 2.0 es un equipo deportivo ligero, ideal para el entrenamiento de pilotos, patrullajes aéreos y actividades turísticas.
Una de sus mayores ventajas es su rentabilidad: el costo por hora de vuelo es de tan solo mil 200 pesos, una fracción de los 4 mil pesos que cuesta una aeronave convencional.

Este factor lo convierte en una opción atractiva y accesible para diversos fines.
Aeronave 100% mexicana
La historia de este prototipo, el primer avión diseñado y fabricado en México, se remonta a 2018, cuando nació en el Centro Nacional de Tecnologías Aeronáuticas en Querétaro.
Actualmente, la planta de Horizontec, ubicada en Celaya, Guanajuato, está a cargo de la producción de su sucesor: el Halcón 2.0.
Este avión ya cuenta con un permiso de aeronavegabilidad y se espera que pronto reciba la certificación de su proceso de manufactura.
“Tenemos casa, tenemos avión y lo más importante es que ya está certificado”, afirmó Angelucci, destacando la aprobación de tipo y la matrícula definitiva que definen la propiedad y origen de la aeronave.
Aunque el avión ya está a la venta, se requiere la comercialización de al menos tres aeronaves experimentales para obtener la certificación final.
En un hecho inédito, MILENIO se convirtió en el primer medio en vivir la experiencia de volar el Halcón 2.0.

La aeronave, pensada para la formación de pilotos comerciales y civiles, también ha demostrado su utilidad en tareas de seguridad.
Su versatilidad, diseño y facilidad de operación la hacen única.
La experiencia de vuelo es impecable y la ligereza ofrece una sensación de libertad, mientras que la cabina con vista panorámica regala un paisaje inolvidable.
La aeronave ha demostrado su capacidad incluso en condiciones difíciles, como lo hizo en el aeropuerto de Atizapán, Estado de México, donde superó las pruebas de orografía, altas temperaturas y vientos.
“Hicimos una buena ingeniería y el avión se desempeñó muy bien”, señaló Angelucci.
Con los moldes para fabricar al menos un centenar de fuselajes, la planta de Horizontec ya se prepara para el futuro.
El Halcón seguirá escribiendo historia, como el ser la primera aeronave de fabricación mexicana que voló en los Estados Unidos para participar en el Sun & Fun Aerospace Expo el pasado mes de abril, la muestra aeronáutica más grande del país vecino.
Democratizar la aviación
Este es otro de los objetivos de Horizontec, así lo ha referido Angelucci, quien busca llevar el ejercicio de pilotar un avión a la mayor gente posible.
Es así que las aeronaves deportivas ligeras (LSA, por sus siglas en inglés, Light Sport Aircraft) son una categoría de aviones pequeños, simples y asequibles, diseñados para la recreación, entrenamiento de vuelo y uso personal.
Estas aeronaves tienen restricciones específicas de peso, velocidad y capacidad, lo que las diferencia de los aviones convencionales más grandes y complejos.
Las LSA se definen por una serie de parámetros técnicos y de rendimiento establecidos por las autoridades de aviación civil para garantizar su seguridad y simplicidad.
Algunas de las características más importantes incluyen:
- Peso máximo de despegue (MTOW): El peso máximo permitido de una LSA es de 600 kg ( mil 320 libras). Para las aeronaves operadas sobre agua (anfibias), este límite puede ser ligeramente superior.
- Capacidad de pasajeros: Están diseñadas para transportar un máximo de dos personas, incluyendo al piloto.
- Velocidad de pérdida (stall speed): Deben tener una velocidad de pérdida sin motor y en configuración de aterrizaje de no más de 45 nudos (aproximadamente 83 km/h). Esto hace que sean más fáciles de controlar a bajas velocidades.
- Velocidad máxima en vuelo horizontal: Su velocidad máxima a nivel del mar y con la máxima potencia continua no debe superar los 120 nudos (aproximadamente 222 km/h).
- Tipo de hélice y tren de aterrizaje: Pueden tener hélice de paso fijo o variable y un tren de aterrizaje fijo (no retráctil).
- Propósito: Se utilizan principalmente para el entrenamiento de pilotos (ya que la licencia de piloto deportivo es más fácil de obtener), la recreación, patrullajes aéreos o como medio de transporte personal para vuelos cortos.

¿Qué cuidados requiere el Halcón 2.0?
El costo es uno de los valores de este tipo de aviones. El Halcón 2.0, por ejemplo, utiliza gasolina premium, lo que los hace considerablemente más económicos de comprar y mantener que los aviones tradicionales.
Su menor peso y motores más pequeños reducen el consumo de combustible, los costos de mantenimiento y las tarifas de hangaraje.
La simplicidad de uso y su diseño sencillo, además de la ausencia de sistemas complejos (como trenes de aterrizaje retráctiles o hélices de paso variable), facilitan su operación y reducen el riesgo de fallas mecánicas.
Además, la certificación y las regulaciones para las LSA son menos estrictas que para las aeronaves de categoría normal o de transporte.
Esto agiliza el proceso de fabricación y reduce la carga regulatoria para los propietarios.
El Halcón 2.0 es un ejemplo claro de una aeronave deportiva ligera de fabricación mexicana.
Su diseño y propósito, centrados en el entrenamiento de pilotos y patrullajes aéreos, encajan perfectamente con la definición de esta categoría.
La certificación de este tipo de aeronaves, como se destacó en el texto, impulsa el desarrollo de la industria aeroespacial en países con capacidad tecnológica para diseñar y producir este tipo de equipos.

KL