La Comisión Europea propuso cambios este miércoles relativos al consentimiento de las "cookies" para que los navegadores de internet gestionen de forma automatizada las preferencias que los usuarios hayan definido de antemano, sin que se tengan que configurar cada vez que se visite una página web.
La legislación actual de la Unión Europea obliga a las páginas web y aplicaciones móviles a obtener la autorización de los usuarios para poder introducir "cookies" en los teléfonos y ordenadores portátiles, la tecnología que les permite lucrarse con los servicios que ofrecen a los internautas, pero también rastrear su comportamiento para comercializar publicidad personalizada y así aumentar sus ingresos.
Normalmente, este consentimiento suele solicitarse mediante báners emergentes en una página web o aplicación móvil que "no siempre son fáciles de entender" y por tanto, no logran su objetivo de informar a los individuos sobre la protección de su privacidad y los datos personales, considera la Comisión.
La propuesta forma parte de una revisión más amplia que hoy planteó el Ejecutivo comunitario de las leyes que regulan el sector tecnológico -entre ellas las relativas a la gestión y protección de los datos personales- con el argumento de que contribuye a reducir la carga burocrática para las empresas.
En este sentido, Bruselas, aseguró que el diseño de los báners genera también "costes considerables" a los proveedores de servicios digitales.
Por eso, el Ejecutivo comunitario propuso que los usuarios puedan configurar sus preferencias sobre el consentimiento de "cookies" una única vez, de tal forma que las páginas webs estén obligadas a respetar sus preferencias.
No obstante, la Comisión quiere eximir a los medios de comunicación: "Dada la importancia de los ingresos publicitarios para el periodismo independiente como un pilar indispensable de una sociedad democrática, los proveedores de servicios de medios de comunicación (...) no deberán estar obligados a respetar" las preferencias sobre el consentimiento de cookies de los usuarios.
"Es esencial que la UE actué para conseguir la simplificación y la competitividad, manteniendo al mismo tiempo un alto nivel de protección de los derechos fundamentales de las personas y este es precisamente el equilibrio que consigue este paquete", aseguró el comisario europeo encargado de la protección de los consumidores, Michael McGrath.
Para que la revisión de las normas que hoy planteó la Comisión salga adelante, el Consejo de la UE y el Parlamento Europeo deben darle aún su visto bueno y la izquierda ya ha anunciado su rechazo porque cree que los cambios en el consentimiento de las "cookies" pueden dar a las grandes tecnológicas un mayor control sobre los datos de los usuarios.
SNGZ