La Comisión Europea quiere unir a Ucrania a la red de satélites de la Unión Europea que garantiza comunicaciones gubernamentales fiables y seguras, por lo que este martes pidió a los países del bloque comunitario que le den el mandato para iniciar las negociaciones con Kiev.
La UE lanzó en 2016 el sistema de Comunicaciones Satelitales Gubernamentales de la UE (GOVSATCOM, por sus siglas en inglés), un programa que coordina y da acceso a las autoridades públicas a satélites que actualmente poseen los Estados miembros y las compañías privadas y que puede utilizarse en misiones en las que no hay infraestructura sobre el terreno.
"La conectividad segura es esencial para la resiliencia de Europa. Al profundizar nuestras cooperación con Ucrania, fortalecemos nuestra seguridad compartida y nuestra habilidad para actuar en un mundo que cambia rápidamente", dijo la vicepresidenta de la Comisión Europea para la Soberanía Tecnológica, Henna Virkkunen, en un comunicado.
En la misma línea, el comisario europea de Defensa, Andrius Kubilius aseguró que "este es un paso decisivo hacia una Europa más fuerte más unida que pueda proteger a sus ciudadanos sobre el terreno y en el espacio".
Kubilius ya avanzó el pasado mes de marzo que Bruselas estaba negociando con el gobierno ucraniano la incorporación a este programa de la UE, ante la posibilidad de que el magnate Elon Musk desconectase a Kiev de su sistema de satélites Starlink.
GOVSATCOM "garantiza la disponibilidad a largo plazo de servicios de comunicaciones gubernamentales por satélite fiables, seguras y rentables para las autoridades", según se lee en su página web, pero dista de ser el Starlink europeo.
Actualmente, solo la empresa francesa Eutelsat está en disposición de suplir a Ucrania si Musk desconecta su red satelital.
"La verdadera herramienta" que le permitirá a la UE "competir con Starlink" no llegará hasta 2030, cuando entre en vigor IRIS2, la constelación de satélites que están diseñando Eutelsat, la española Hispasast y la luxemburguesa SAS, reconoció ya en marzo el portavoz de la política tecnológica de la Comisión Europea, Thomas Regnier.
LG