La rapidez y profesionalidad con la que fueron sustraídas joyas por un valor de 88 millones de euros el 19 de octubre en el Museo Louvre de París, ha llevado a sospechar que detrás del “robo del siglo” estaría la banda conocida como las Panteras Rosas, famosa por sus operaciones criminales espectaculares.
Aunque dos sospechosos fueron detenidos este fin de semana por su presunta vinculación con el hurto, las autoridades francesas han mantenido la reserva sobre su identidad, mientras la fiscal parisina, Lauren Beccau, condenó la difusión de la noticia sobre los arrestos pues, en su opinión, pone en riesgo la investigación.
“Estas revelaciones pueden dañar el trabajo del centenar de investigadores movilizados tanto para encontrar a todos los responsables como para localizar las joyas robadas”, dijo Beccau en un comunicado.
 
	Medios franceses dieron a conocer que dos hombres de poco más de 30 años de edad fueron arrestados en la noche de entre el sábado y el domingo mientras uno buscaba escapar a Argelia y otro a Mali. Los dos sospechosos, con antecedentes por robo, se encuentran bajo custodia cautelar y han sido interrogados para identificar a todo el comando, compuesto por cuatro personas.
El domingo 19 de octubre dos ladrones entraron a la Galería Apolo del Louvre con la ayuda de un montacargas mientras otros dos ayudaron en el apoyo logístico y en la fuga en motocicletas. Hasta el momento no hay noticias sobre el botín, de valor estimado en 88 millones de euros y que comprende ocho joyas de la corona, entre ellas la diadema de la emperatriz Eugenia y el collar del conjunto de zafiros que perteneció a las reinas Maria Amalia y Hortensia.
Francia, “un viejo cliente”
El modus operandi de los ladrones y el hecho de que —según varios testigos— hablaban un idioma extranjero, ha llevado a hipotetizar que formarían parte de la banda de las Panteras Rosas, compuesta por al menos 800 ex militares y paramilitares de la ex Yugoslavia, en su mayoría serbios y montenegrinos, pero también algunos croatas y bosnios, que desde los años noventa ha cometido decenas de robos en el mundo.
La red de ladrones, considerada una de las más audaces de la historia de la criminalidad organizada, fue bautizada como las Panteras Rosas por la Interpol, después de que en 2003 perpetró un famoso “golpe”: varios hombres elegantemente vestidos y armados entraron a la joyería Graff de Londres y se hicieron entregar alhajas por un valor de 23 millones de libras esterlinas, logrando escapar sin que el personal de seguridad, tomado por sorpresa, pudiera reaccionar.
Las investigaciones de Scotland Yard llevaron al departamento de uno de los miembros de la banda donde fue recuperado parcialmente el botín, incluido un diamante azul de valor de 500 mil euros escondido en el frasco de una crema para las manos, como en la película de 1975, El regreso de la Pantera Rosa, protagonizada por Peter Sellers.
El grupo criminal, uno de cuyos fundadores es el serbio Dragan Mikic, es responsabilizado de realizar operaciones con la modalidad conocida como “robo relámpago” (smash and grab en inglés), con el uso de poca o nula violencia directa, contra objetivos muy prestigiosos que por lo mismo son considerados intocables, como el Museo del Louvre.
En Francia, las Panteras Rosas son acusadas de dos robos a la joyería estadunidense, Harry Winston, de París en 2007 y 2008, con botines por un valor respectivo de 36 y 73 millones de dólares; al Hotel Carlton de Cannes en 2013 (por un valor de 53 millones de dólares) y a la joyería Chaumet, también en la capital, por dos millones de dólares. Las joyas nunca han sido recuperadas.
La banda ha sido responsabilizada de robos en al menos 20 países, entre ellos Japón, Reino Unido, Francia, Italia, Dinamarca, Mónaco, España, Suiza, Estados Unidos y Emiratos Árabes Unidos.
 
	Gran precisión en la planificación
Según la sede italiana de ASIS International, la red que reúne a profesionales de la seguridad en todo el mundo y que emite diversas certificaciones y estándares sobre el tema, en los últimos 20 años las Panteras Rosas han realizado cerca de 120 robos en diferentes naciones, en algunos casos con una duración de solamente 50 segundos y con una gran precisión en la planificación.
Diversas investigaciones han demostrado que las actividades de preparación de un robo pueden durar hasta varios meses y que antes de realizarlo, las Panteras Rosas estudian atentamente el objetivo, además de que usan disfraces para entrar y detectar la vulnerabilidad en los sistemas de seguridad.
Otra característica, según ASIS Italia, es el uso de instrumentos creados ad-hoc para romper las vitrinas blindadas, como por ejemplo garrotes con puntas de acero. Pero los miembros de la banda también pueden entrar armados a las joyerías y tiendas y tras inmovilizar rápidamente al personal son capaces de llevarse las piezas más valiosas en poco tiempo.
Uno de los robos más recientes tuvo lugar en 2022 en la Feria de Arte de Maastricht, Holanda, donde cinco hombres de las Panteras Rosas entraron en pleno día, durante la apertura al público, con martillos y otras armas y tras romper algunas vitrinas y apropiarse de joyas por un valor de varios millones de euros, se dieron a la fuga en motonetas eléctricas.
Italia base logística de las Panteras Rosas
ASIS resalta que, según investigaciones de las fuerzas del orden italianas, las Panteras Rosas tendrían una base logística en Italia, donde han realizado algunos robos, en particular en zonas exclusivas de las ciudades de Roma y Milán.
En 2022, la policía confirmó el arresto, bajo pedido de la fiscalía milanesa, de tres sospechosos de formar parte de las Panteras Rosas. Los arrestados, de 53, 43 y 40 años de edad en ese entonces y de nacionalidad montenegrina, fueron acusados de algunos robos realizados entre 2019 y 2022 en el centro de Milán, en particular en el llamado “cuadrilátero de la moda”, un exclusivo barrio donde se concentran joyerías, boutiques y negocios de alto nivel.
Los arrestados tenían un escondite en el centro de esa ciudad, donde fue encontrado y capturado un prófugo de la justicia internacional y en el que había diversas armas y garrotes utilizados para romper vitrinas.
En 2012, la policía italiana arrestó en la capital a otro miembro de las Panteras Rosas, identificado como Mital Marijanovic, de 62 años de edad, acusado de haber participado en un robo por un millón 500 mil euros en una tienda de vía de la Vittoria de Roma y en uno cometido en una joyería de la elegante vía del Babuino, donde los ladrones amarraron y encerraron en el baño a una empleada y se dieron a la fuga en pocos minutos con un botín de 600 mil euros.
En 2020, un juez italiano condenó al bosnio Vinko Tomic, de 61 años de edad, a cinco años y cuatro meses de prisión por el robo de un brazalete y dos aretes de platino y diamantes con valor de dos millones de euros, que eran expuestos en la muestra Los Tesoros de de los Mogul y los Marajas, realizada en el Palacio Ducal de Venecia.
El criminal, según los jueces, formaba parte de las Panteras Rosas y había participado en diversos robos en otros países europeos.
Pero en declaraciones a los medios, el abogado de Tomic (actualmente en libertad en su país), el italiano Simone Zancani, negó que su cliente perteneciera a ese grupo criminal aunque reconoció que el robo al Palacio Ducal “representó una gran herida para la ciudad”.
Otros dos miembros de la misma banda fueron extraditados a Italia desde Suiza y Montenegro en 2018 y 2020, acusados por la fiscalía de Milán de los robos en joyerías de esa ciudad.
Según la Interpol, los integrantes de las Panteras Rosas están altamente adiestrados pues son ex militares que participaron en las guerras de la ex Yugoslavia y que, sin empleo, se han dedicado a la criminalidad.
 
	IOGE
