Este jueves, Donald Trump instó a Israel a no atacar a Irán, argumentando que Washington estaba "cerca" de alcanzar un acuerdo sobre el programa nuclear de Teherán. Horas después, comenzaron los ataques israelíes, un duro revés para el presidente estadunidense, que se autodenomina "pacificador".
Al ser preguntado sobre sus conversaciones con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, Trump respondió:
"No quiero que ellos intervengan, porque creo que eso lo arruinaría".
Se refería a las negociaciones en curso con los iraníes sobre el programa nuclear de la república islámica, cuya sexta ronda se había anunciado para el domingo en Mascate bajo mediación omaní.
Irán tiene varias instalaciones importantes de su programa nuclear
Irán cuenta con varias instalaciones de importancia relacionadas con su creciente programa nuclear, el cual ahora es objeto de varias rondas de negociaciones con Estados Unidos.
Las instalaciones ubicadas en todo el país, incluida una en el corazón de Teherán, muestran la amplitud e historia del programa.
Una en particular, el sitio de enriquecimiento de Natanz, había sido objeto de varios supuestos ataques de sabotaje por parte de Israel en medio de las tensiones entre los dos rivales de Oriente Medio.
A continuación, un vistazo a algunas de esas instalaciones y su importancia para el programa de Teherán.
Instalación de enriquecimiento de Natanz
La instalación nuclear de Irán en Natanz, ubicada a unos 220 kilómetros al sureste de Teherán, es el principal sitio de enriquecimiento del país. Parte de la instalación se encuentra bajo tierra para protegerse de posibles ataques aéreos.
Opera múltiples cascadas, o grupos de centrifugadoras que trabajan juntas para enriquecer uranio con mayor rapidez. Irán también ha iniciado excavaciones hacia el interior del Kūh-e Kolang Gaz Lā, o "Montaña del Pico", la cual se encuentra apenas pasando la cerca sur de la instalación.
Natanz ha sido atacada con el virus Stuxnet —que se cree es una creación de Estados Unidos e Israel— que destruyó centrifugadoras iraníes. Otros dos ataques de sabotaje, atribuidos a Israel, también han alcanzado la instalación.
Instalación de enriquecimiento de Fordo
La instalación nuclear de Irán en Fordo se encuentra a unos 100 kilómetros al suroeste de Teherán. También cuenta con cascadas de centrifugadoras, pero no es una instalación tan grande como la de Natanz.
Enterrada bajo una montaña y protegida por baterías antiaéreas, Fordo parece estar diseñada para resistir ataques aéreos.
Su construcción comenzó al menos en 2007, según el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), aunque Irán apenas informó a la agencia de la ONU sobre la instalación en 2009, después de que Estados Unidos y agencias de inteligencia occidentales aliadas se enteraron de su existencia.
Planta de energía nuclear de Bushehr
La única planta de energía nuclear comercial de Irán está en Bushehr, en el Golfo Pérsico, a unos 750 kilómetros al sur de Teherán.
La construcción de la planta comenzó bajo el Shah Mohammad Reza Pahlavi de Irán a mediados de la década de 1970. Después de la Revolución Islámica de 1979, la planta fue objeto de repetidos ataques durante la guerra entre Irán e Irak.
Rusia completó posteriormente la construcción de la instalación. Irán construye otros dos reactores similares dentro de las instalaciones. Bushehr es alimentada por uranio producido en Rusia, no en Irán, y es monitoreada por la OIEA.
Reactor de agua pesada de Arak
El reactor de agua pesada de Arak se ubica a 250 kilómetros al suroeste de Teherán. El agua pesada ayuda a enfriar los reactores nucleares pero, como derivado, produce plutonio que puede ser utilizado en la elaboración de armas nucleares.
Eso le podría proporcionar a Irán otra vía hacia la fabricación de una bomba atómica más allá del uranio enriquecido, en caso de que busque elaborar este tipo de armamento.
Como parte del pacto nuclear de 2015 con las potencias mundiales, Teherán había acordado rediseñar la instalación para atenuar las preocupaciones.
Centro de Tecnología Nuclear de Isfahan
La instalación en Isfahan, a unos 350 kilómetros al sureste de Teherán, emplea a miles de científicos nucleares. También alberga tres reactores de investigación chinos y laboratorios asociados con el programa atómico del país.
Reactor de Investigación de Teherán
El Reactor de Investigación de Teherán se encuentra en la sede de la Organización de Energía Atómica de Irán, el organismo civil que supervisa el programa atómico del país.
De hecho, Estados Unidos le proporcionó a Irán el reactor en 1967 como parte del programa "Átomos para la Paz" de Estados Unidos durante la Guerra Fría.
En un principio requería de uranio altamente enriquecido, pero más adelante fue adaptado para usar uranio de bajo enriquecimiento debido a las preocupaciones de proliferación nuclear.
¿Por qué el programa nuclear de Irán preocupa a Occidente?
Irán ha insistido durante décadas en que su programa nuclear es pacífico. Sin embargo, sus funcionarios amenazan cada vez más con desarrollar armas nucleares.
Irán ahora enriquece uranio a niveles cercanos al 60 por ciento, lo que lo convierte en el único país del mundo sin un programa de armas nucleares que lo hace.
Según el acuerdo nuclear original de 2015, Irán podía enriquecer uranio hasta un 3.67 por ciento de pureza y mantener una reserva de uranio de 300 kilogramos.
El último informe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) sobre el programa iraní cifraba su reserva en 8.294.4 kilogramos, ya que enriquece una fracción hasta el 60 por ciento de pureza.
Las agencias de inteligencia estadunidenses estiman que Irán aún no ha iniciado un programa de armas, pero ha "realizado actividades que lo posicionan mejor para producir un dispositivo nuclear, si decide hacerlo".
¿Por qué son tan malas las relaciones entre Irán y Estados Unidos?
Irán fue uno de los principales aliados de Estados Unidos en Oriente Medio durante el gobierno del sha Mohamed Reza Pahlavi, quien adquirió armamento militar estadunidense y permitió a técnicos de la CIA establecer puestos de escucha secretos que monitoreaban a la vecina Unión Soviética.
La CIA promovió un golpe de Estado en 1953 que consolidó el poder del sha.
Pero en enero de 1979, el sha, gravemente enfermo de cáncer, huyó de Irán ante el aumento de las manifestaciones masivas contra su gobierno. A esto le siguió la Revolución Islámica, liderada por el gran ayatolá Ruhollah Jomeini, que creó el gobierno teocrático de Irán.
Más tarde ese mismo año, estudiantes universitarios irrumpieron en la embajada estadunidense en Teherán, solicitando la extradición del sha, lo que desencadenó la crisis de rehenes de 444 días que provocó la ruptura de las relaciones diplomáticas entre Irán y Estados Unidos.
La guerra entre Irán e Irak de la década de 1980 vio a Estados Unidos respaldar a Sadam Husein.
La "Guerra de los Petroleros" durante ese conflicto llevó a Estados Unidos a lanzar un asalto de un día que paralizó a Irán en el mar, mientras que posteriormente derribó un avión comercial iraní que, según el ejército estadunidense, se confundió con un avión de guerra.
Irán y Estados Unidos han oscilado entre la enemistad y una diplomacia reticente en los años posteriores, alcanzando su punto álgido cuando Teherán firmó el acuerdo nuclear de 2015 con las potencias mundiales.
Sin embargo, Trump retiró unilateralmente a Estados Unidos del acuerdo, lo que desató tensiones en Oriente Medio que persisten hasta la fecha.

ksh