Una estadunidense condenada esta semana por espionaje en China y expulsada el viernes por Pekín llegó a Estados Unidos, indicó el sábado una organización de defensa de derechos humanos.
Sandy Phan-Gillis, una empresaria, había sido detenida el 20 de marzo de 2015 cuando cruzaba la frontera hacia Macao, al final de una visita a China continental de una delegación económica estadunidense.
Luego de dos años en detención fue condenada por la corte intermedia de Nanning (sur) a tres años y medio en prisión por espionaje, según informaciones transmitidas por la Fundación Dui Hua, una ONG con sede en San Francisco (Estados Unidos).
Phan-Gillis fue finalmente expulsada el viernes por las autoridades chinas y "regresó a Los Angeles ese mismo día, adonde fue recibida por su marido y miembros de su familia", anunció la fundación el sábado en un comunicado.
La liberación de la mujer se produce poco después de una cumbre entre el presidente estadunidense, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, marcada por un claro acercamiento entre los dos dirigentes.
Las negociaciones para obtener la liberación de Phan-Gillis "se habían intensificado durante la visita del secretario de Estado Rex Tillerson a Pekín en marzo", según Dui Hua.
Phan-Gillis está acusada de "espionaje" y "robo de secretos de Estado" por haber "ayudado a una tercera parte a robar información", aseguró el año pasado un grupo del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
El Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria de Naciones Unidas también consideró que Pekín no respetó "las normas internacionales relativas al derecho a un juicio equitativo, a la libertad y la seguridad" en este caso.
JOS