El médico que atendió al paciente brasileño recuperado de una mortal enfermedad gracias a un supuesto milagro atribuido a la madre Teresa de Calcuta calificó el caso como "sobrenatural", informó ayer la prensa local.
"Fue completamente sobrenatural. El absceso cerebral múltiple tiene mortalidad muy alta", declaró al diario Folha de Sao Paulo el cirujano José Augusto Nasser, quien firmó el relato presentado al Vaticano para considerar la recuperación "inexplicable" como un milagro intermediado por la fallecida religiosa.
La madre Teresa de Calcuta será proclamada santa en septiembre de 2016, en el que será uno de los eventos más significativos del Jubileo extraordinario que el papa Francisco ha querido dedicar a la misericordia, cualidad de la que la monja de origen albanés era un gran ejemplo, según la Iglesia católica.
EL CASO
El supuesto milagro que llevará a los altares de la Iglesia católica se produjo en 2008, cuando un hombre brasileño que estaba en fase terminal por graves problemas cerebrales salvó su vida después de que su esposa pidiera la intercesión de la beata a un sacerdote en la ciudad de Santos.
El sacerdote Elmirán Ferreira, devoto de la religiosa albanesa que pasó casi todas su vida en Calcuta, India, le entregó a la esposa del enfermo una medalla de la Madre Teresa y ella la puso debajo de la almohada de su marido hospitalizado y con un delicado diagnóstico que no le daba muchas esperanzas de salvarse.
Antes de llevar al enfermo al quirófano, Nasser se encontró al paciente sentado, asintomático, despierto, perfectamente consciente y preguntándose qué hacía ahí.
El hecho ocurrió en 2008 cuando el paciente —un ingeniero que tiene 42 años y residente en Río de Janeiro— y su esposa celebraban su luna de miel en la turística ciudad de Gramado, en estado de Río Grande do Sul.
El hombre tuvo que ser internado de urgencia y después trasladado a su ciudad natal, Santos, en el litoral de Sao Paulo.
Nasser, médico de la Universidad Estatal de Sao Paulo (USP) y fervoroso católico, explicó que "salir de un coma por una enfermedad infecciosa en el sistema nervioso demora bastante y lo de él fue extremadamente rápido".
En junio, el Vaticano designó al sacerdote Caetano Rizzo, párroco en Santos, como responsable para colectar las pruebas y presentar un informe a la sede pontificia sobre el supuesto milagro de la también ganadora del Premio Nobel de la Paz en 1979.
Teólogos y neurocirujanos reconocieron la inexplicable y rápida recuperación del paciente, cuya hidrocefalia y abscesos desaparecieron en pocas horas.
Un año después de su recuperación, el ingeniero, que la Iglesia católica mantiene su nombre en anonimato hasta la santificación, fue seleccionado en un concurso público, se trasladó a Río de Janeiro y engendró dos hijos.
CAMINO A LOS ALTARES
El papa Juan Pablo II, gran admirador de la labor de la madre Teresa de Calcuta, fue quien en diciembre 2002 aceleró el proceso de beatificación de la monja al promulgar en una misma sesión los decretos por los que se reconocían las virtudes heroicas y un milagro por la intercesión de la religiosa.
La madre Teresa, que originalmente se llamaba Gonxha Bojaxhiu, fue proclamada beata el 19 de octubre de 2003 en una ceremonia multitudinaria en la Plaza de San Pedro del Vaticano.
El milagro aprobado en aquella ocasión fue la supuesta "curación inexplicable" de una mujer india de religión animista, Mónica Bersa, de 34 años, que padecía un tumor en el abdomen del que sanó en 1998.
Su entierro en Calcuta el 5 de septiembre de 1997 fue un acontecimiento nacional en India, millones de pobres acompañaron su cadáver por las calles de la ciudad y al funeral acudieron también jefes de Estado y gobernantes de todo el mundo.
El viernes 17 de diciembre, tras 13 años de proceso de canonización, Francisco firmó el decreto en el que se reconocía el milagro para la canonización.
El papa conoció a la monja durante el Sínodo de 1994 y en su viaje en septiembre de 2014 a Albania relató: "Estaba sentada justo detrás de mí durante los trabajos. Admiré su fuerza, la decisión de sus intervenciones, sin dejarse impresionar por la asamblea de los obispos. Decía lo que quería decir".
Francisco, que ha pedido una Iglesia para los pobres, no se podía olvidar de hacer santa a la madre Teresa, que como solía repetir siempre, "se ocupaba de los más pobres entre los pobres".