Bettina Lerman, una mujer de 69 años, había estado conectada a un respirador durante más de un mes cuando los médicos del hospital de Portland, Maine, en Estados Unidos, le dijeron a su familia que no sobreviviría la batalla contra el covid-19.
"Nos dijeron 'tu madre nunca se despertará'", recordó su hijo, Andrew Lerman, en una entrevista a The Washington Post.
Andrew y sus hermanos planeaban quitar a Bettina del soporte vital ya que les habían quitado las esperanzas. Por ello, volaron a Tavares, Florida, donde vivía su madre, cancelaron su contrato de arrendamiento y donaron muchas de sus posesiones. Posteriormente, planificaron el funeral, con todo y hasta lo que se pondría. Sólo estaban en el proceso de elegir su lápida.
Sin embargo, el 8 de octubre Andrew recibió una llamada del médico, quien le dijo que se trasladara al hospital. Bettina, contra todo pronóstico, despertó.
Esto causó gran impacto para Andrew. Estaba en shock; no daba crédito a lo que sucedía, menos aún luego de llevar a cabo la mayor parte del proceso para dar el último adiós a su madre.
Ahora, dijo Andrew, Bettina está fuera de la unidad de cuidados intensivos. Aunque todavía necesita ayuda respiratoria, "ya están hablando de hospitales de rehabilitación", dijo. "Hace tres semanas y media, hablaban de cosas del final de la vida".
DMZ
