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Bruselas presenta un plan “audaz” para refugiados

El líder de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, pide a Europa que recuerde su propia historia y colabore para repartirse un total de 160 mil desplazados de las actuales guerras.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, presentó su propuesta sobre cómo repartirse los 160 mil refugiados llegados entre los miembros del grupo, y llamó a que los miembros sean "audaces" para responder a la peor crisis migratoria en décadas.

En un momento en que los países de la frontera del bloque como Grecia, Hungría e Italia enfrentan dificultades para recibir a los migrantes que huyen de los conflictos en Oriente Medio, Juncker pidió a Europa que recuerde su propia historia e ignore a los partidos populistas.

"Es hora de acciones audaces y determinadas para la Unión Europea", dijo, y pidió que la UE se reparta a 120 mil refugiados además de los 40 mil que ya pidió la comisión a los países del bloque en la primavera, en particular sirios y eritreos.

Según la comisión, que hace el reparto considerando criterios como población, producto interno bruto (PIB) y tasa de desempleo, Alemania, Francia y España recibirán más refugiados.

España aceptó ayer la cuota propuesta por la UE, que le pidió que acoja a 14 mil 931 refugiados, además de las 2 mil 749 plazas prometidas en junio, por lo que en total ese país recibirá a 17 mil 680 personas.

Juncker pidió que tras el reparto de esos 160 mil solicitantes de asilo, la UE fije "un mecanismo permanente" para hacer frente a un nuevo récord migratorio. Los países que se nieguen podrán ser multados.

La canciller alemana, Angela Merkel, que se comprometió a que su país reciba 500 mil migrantes por año, reclamó de nuevo que se fije un reparto "obligatorio" en la UE, a lo que se oponen varios países del este del bloque.

El primer ministro británico, David Cameron, reiteró su oposición a las cuotas. Cameron se comprometió a recibir 20 mil refugiados de aquí a 2020, pero no los que ya están en Europa, sino los que viven en campos en Turquía, Jordania y el Líbano.

Juncker instó además a la UE a que no distinga a los refugiados según su religión. "No hay religión, creencia, filosofía cuando se trata de refugiados", dijo. La semana pasada el premier húngaro, Viktor Orban, que se opone a las cuotas obligatorias, dijo que la llegada masiva de migrantes amenaza las "raíces cristianas" de Europa.

Juncker abogó además por que los migrantes tengan derecho de trabajo desde su llegada al territorio de la UE y que se abran vías legales a la inmigración. Pero sus declaraciones generaron críticas en sectores de ultraderecha.

"Proponer que los clandestinos puedan trabajar en un país como Francia, que ya tiene siete millones de desempleados, es un escupitajo en la cara para los desempleados franceses", reaccionó Marine Le Pen, eurodiputada del xenófobo Frente Nacional.




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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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