Los británicos votan este jueves en unas elecciones parlamentarias centradas en el "Brexit" y en la seguridad, tras los últimos atentados terroristas, y en las que algunos sondeos pronostican un ajustado resultado entre los conservadores de Theresa May y los laboristas de Jeremy Corbyn.
Tras el atentado del sábado en el Puente de Londres -el tercero en tres meses después del de Mánchester y otro en Londres- la cuestión de la seguridad se metió de lleno en la recta final de la campaña electoral.
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La mañana siguiente del atentado, con la campaña electoral suspendida, la primera ministra Teheresa May compareció ante la sede del gobierno y presentó un plan para endurecer la lucha antiterrorista. En los días siguientes siguió elevando el tono hasta mostrarse dispuesta a cambiar la legislación sobre derechos humanos para combatir mejor el terrorismo y el extremismo.
Las críticas no se hicieron esperar y Corbyn no tardó en recordar que durante la época de May como ministra de Interior -entre 2010 y 2016- se recortaron 20 mil puestos policiales. El martes, tres días antes de los comicios, el líder laborista pidió incluso la dimisión de May.
La primera ministra convocó a mediados de abril elecciones anticipadas para reforzar su postura en la negociación del "Brexit", la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Pretendía también legitimarse en las urnas, ya que asumió al frente del gobierno después de que su antecesor, David Cameron, dimitiese tras la victoria del "Brexit" en el referéndum de junio de 2016.
Al principio los sondeos daban a May una ventaja de hasta 20 puntos respecto a Corbyn, pero este protagonizó un importante repunte las últimas semanas. Algunas encuestas de los últimos días daban a los conservadores una ventaja de tan sólo entre 1.2 y 4 puntos, mientras que otras la ampliaban a entre 7 y 11.
Corbyn, del ala más izquierdista de los laboristas, consiguió ganar terreno con sus promesas electorales: más impuestos para los que mejor ganan, reflotar el precario sistema sanitario, nacionalizar empresas energéticas, más viviendas sociales...
Los laboristas consiguieron así subir en los sondeos, mientras que los conservadores cayeron tras presentar un programa que incluye recortes a las pensiones y las ayudas a las personas necesitadas de cuidados.
Pero Corbyn no tiene sólo seguidores dentro de su partido. Al contrario. Muchos lo acusan de no haberse opuesto lo suficiente al "Brexit". Según las encuestas, muchos votantes laboristas a veces ya no saben cuál es la postura del partido, y muchos no confían en Corbyn para el puesto de primer ministro.
A parte de laboristas y conservadores, el resto de los partidos no juega un papel relevante en la campaña. El UKIP -populista de derechas y euroescéptico- podría incluso colapsar. Muchos de sus votantes se sienten ahora bien representados por los conservadores de cara al abandono de la UE.
A las ajustadas encuestas y al debate sobre seguridad abierto tras el último atentado, se suma otro elemento de incertidumbre: el propio sistema electoral mayoritario del Reino Unido.
El partido que obtiene la mayor cantidad de votos en cada circunscripción electoral es el que consigue el asiento en el Parlamento, así que en ocasiones un partido ha conseguido la mayoría absoluta con menos de un 40 por ciento del total de los votos.
Cerca de 50 mil colegios electorales estarán abiertos entre las 7:00 y las 22:00 hora local (06:00 y 21:00 GMT), y los primeros sondeos a boca de urna se conocerán a partir del cierre.
Se estima que en esta ocasión se registraron para votar unos 48 millones de británicos en 650 circunscripciones electorales: 533 en Inglaterra, 59 en Escocia, 40 en Gales y 18 en Irlanda del Norte.
AER