Durante décadas, puertos como Galveston, Miami y Fort Lauderdale han sido el punto de partida de las navieras para explorar el Caribe. Sin embargo, Royal Caribbean apuesta por una nueva estrategia: rutas que parten desde Colombia o Panamá, acercando la experiencia del crucero a quienes no cuentan con visa estadunidense.
“Acabamos de abrir la temporada con el Serenade of the Seas. Este barco estará desde octubre de 2025 hasta abril de 2026 y se puede abordar desde Panamá, Colón o Cartagena, con un itinerario de siete noches que permite conocer Aruba, Bonaire y Curazao —explicó Itzel Valdés, Vicepresidenta Asociada para América Latina y el Caribe de Royal Caribbean—. Hay itinerarios que visitan los tres destinos y otros que los alternan, pero siempre con la opción de partir desde Panamá o Cartagena. Este itinerario sin visa nos da la oportunidad de atraer a nuevos cruceristas o a quienes no cuentan con una visa y desean vivir una experiencia maravillosa”.

La temporada incluirá distintas opciones a bordo del barco Serenade of the Seas. Una de ellas parte de Colón, Panamá, para visitar Cartagena, Oranjestad en Aruba, Kralendijk en Bonaire y regresar a Colón. Otra zarpa desde Cartagena, Colombia, con paradas en Aruba, Bonaire y Colón antes de retornar al punto de origen. Estos itinerarios de siete noches invitan a disfrutar de paisajes caribeños, historia colonial y la energía tropical que define a la región.
Con esta apuesta, Royal Caribbean marca una nueva etapa para el turismo de cruceros en Latinoamérica, con una visión a largo plazo: “No se trata solo de abrir una temporada, sino de posicionar a la región dentro de nuestra estrategia global de expansión”, precisó Valdés.
Inmersión total en la cultura latina
Además de las rutas que parten y concluyen en Latinoamérica, otro enfoque importante para la naviera es que sus cruceros integren cada vez más un auténtico sabor latino. La idea es que la experiencia no se limite solo a la geografía, sino que también se refleje en las excursiones, los espacios a bordo y gastronomía.
“Cuando hablamos de cada vez hacerlo más tropical es cuando ya esté inmerso en la temporada completa dentro del país, y ahí vamos viendo también; por ejemplo, las excursiones, que estarán más adaptadas a la parte latina. En la oferta de retail a bordo de las tiendas, también veremos más toques de lo que encontramos en Latinoamérica”, adelantó Itzel.
La propuesta también incorpora una mayor presencia de sabores e ingredientes característicos de la región: “Los platillos que vamos a incorporar en el menú tendrán una mayor presencia latina. Si bien mantendremos una base consistente, vamos a tener diferentes opciones gastronómicas de Latinoamérica".
"En cuanto a bebidas, puedes encontrar un fernet, un pisco, un antioqueño, un mezcal; hablamos de tener esta parte más tropicalizada para los latinos”, destacó.
Y es que, de acuerdo con encuestas a los cruceristas, la cultura latina aporta un toque único a los barcos: “El ambiente que generan los pasajeros latinos es único: en nuestra última temporada con el Rhapsody of the Seas fue el barco con mejor nivel de satisfacción en todo Royal Caribbean. Hay una energía festiva que queremos mantener y potenciar”, remarcó Valdés.

México, destino clave en la nueva ruta del Caribe
Además de fortalecer su presencia en el sur del continente, Royal Caribbean busca que México sea un punto estratégico en su expansión por el Caribe. Más allá de la inversión anunciada de mil millones de dólares en dos proyectos turísticos en Quintana Roo, la visión de la naviera está en crear espacios donde los viajeros puedan conectar con la autenticidad, la calidez y los sabores de México, al tiempo que se beneficia la economía local.
“Emplearemos a más de 3 mil personas en México, trabajando con talento local y en alianza con la Universidad de Quintana Roo para capacitar y desarrollar habilidades en hospitalidad —adelantó Valdés—. Además, renovaremos la infraestructura portuaria, incluyendo espacios para artesanos y comercios locales. Este proyecto está diseñado para generar un impacto positivo de 360°, impulsando tanto el turismo como la comunidad”.
Los desarrollos Royal Beach Club Cozumel y Perfect Day México en Mahahual complementarán así los itinerarios del Caribe Occidental. Sobre las diferencias entre ambos, la ejecutiva mexicana precisó que una es un Club de playa con costo adicional, mientras la otra es una parada incluida en el crucero.
“El Beach Club es un Club de playa de día y los pasajeros pueden comprar un pase que incluye bebidas, comida, albercas, actividades acuáticas y playa. En cambio, Perfect Day at CocoCay o Perfect Day México son islas privadas incluidas en el itinerario, no excursiones opcionales. En ellas se pueden disfrutar playas, alimentos, bebidas y atracciones como el Thrill Waterpark —con más de 30 toboganes—, algunas gratuitas y otras con costo. Es decir, Beach Club es una experiencia opcional y personalizada, mientras que Perfect Day forma parte integral del itinerario”, diferenció.

Una expansión a largo plazo
Con una flota de casi 30 barcos en todo el mundo, el crecimiento de Royal Caribbean en Latinoamérica se mantendrá, y no solo con nuevas rutas, sino con una apuesta a largo plazo para posicionar la región como un mercado clave para el turismo de cruceros.
“La temporada extendida será con el Grandeur of the Seas. Eso es importante, porque hicimos un cambio de barco. Hasta mayo de 2026 estamos con el Serenade, y después entra el Grandeur of the Seas con la misma temporada hasta abril de 2027”, puntualizó Valdés.
Además de esta rotación, la compañía estudia continuamente nuevas rutas y puertos en el continente, con la posibilidad de sumar más embarcaciones.
“Siempre estamos analizando y en alguna temporada se ha considerado tener dos barcos o no; analizar las diferencias siempre va a estar sobre la mesa. Royal Caribbean siempre va en avanzada, y parte de todo este análisis de estrategia, de itinerarios y de puertos es algo que está en constante revisión”, remarcó.
Valdés también adelantó que la marca contempla incluir nuevos puertos en México, como La Paz, y fortalecer su presencia en Sudamérica con miras a mercados como Brasil, Chile y Argentina.
Con estos proyectos, se abre una nueva era para los viajeros latinoamericanos que buscan descubrir el Caribe sin visa, pero con todo el sabor, la calidez y la energía que caracteriza la región.
