Bien dice el refrán: "Todo en exceso es malo". Aunque se dice que el agua es vital para el ser humano, beber en exceso este líquido puede traer consecuencias devastadoras para tu salud.
Un estudio realizado por la Universidad de Monash, en Australia, reveló que el cerebro puede detectar la sobrehidratación en el cuerpo.
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Las pruebas cerebrales observaron que en los casos de consumo excesivo de agua se crea una hiperactividad prefrontal asociada con la inhibición del reflejo de deglución; en pocas palabras, se produce la sensación de cerrarse la garganta y llegaba a costar hasta tres veces más esfuerzo al tragar el líquido.
En casos extremos se desarrolla una hiponatremia asociada con el ejercicio, mejor conocida como sobrehidratación, y en ese caso se produce un desequilibrio hidroeletrolítico, aumento de la presión intracraneal, cefaleas, náuseas, vómitos, agitación, confusión mental, convulsiones, coma y hasta la muerte.
Por lo regular, este tipo de desequilibrio se origina cuando la persona corre grandes distancias, por ejemplo en maratones. Si se es detectado a tiempo, se puede evitar administrando una solución salina.
FM