En el número 30 de la calle de Isabel la Católica, al traspasar la puerta de el Botanero, el bullició del Centro Histórico se transforma en una escena más grata; el trío que interpreta "Sin tí", el ruído de los platos que llegan a las mesas y el ir y venir de los meseros que complacen la petición del comensal con un cóctel, una cuba o una cerveza, introducen a otra atmósfera.
"La intención es preservar la tradición y ambiente de las clásicas cantinas", dice George Diamandopoulos, Socio de Grupo Restofund, a MILENIO; mientras a las mesas llega la segunda botana, un sope de cochinita pibil, tras haberse servico una quesadilla de papa con queso, con un sabor unigualable.
"Queremos resucitar una tradición muy mexicana y hacer una curación de una experiencia cantinera clásica, de una cantina de hace 90 años, y creo que lo hemos logrado muy bien. Siempre tratando de cuidar esa alma y realmente ser restauradores de cantinas, para mi la restauración de una cantina es una experiencia 360, no es nada más la comida y la restauración, tratamos de que en cada lugar se viva ese ambiente tan especial, de disfrute, de gozo entre amigos, familias", precisó el anfitrión.
"Empezamos con Cantina del Bosque, después con Filomeno; y ahora abrimos Botanero, donde la idea es más apegada a servir esas botanas, esos platillos tan ricos y especiales que acompañan a la bebida".
En el amplio salón, el trío sigue poniendo el ambiente nostálgico, ahora se escucha "El Pastor" por toda la cantina e incluso motiva a más de uno a intentar el falsete que distingue a la composión de Los cuates Castilla; mientras unos esquites con camarones llegan a la mesa y coquetean con el gusto, al tiempo que se ofrece un tequila derecho o una mezcalita de jamaica para maridar.
"En el Botanero queremos que los comensales vivan la experiencia botanera de verdad, donde los tragos se acompañan con comida; una tradición que ha ido desapareciendo, porque ahora en los botaneros (cantinas) pides cuatro tragos y te dan un buffet, pero eso pierde el chiste de la tradición botanera; aquí armamos un carrusel de botanas muy muy buenas que cumplen la tradición", expresa cuando el chicharrón en salsa verde llega a mesa en un pocillo, acompañado de un par de tortillas.
El mariachi se suma a la fiesta en El botanero, donde todos los días hay cuatro guisados base, chamorro, chicharrón en salsa verde, lengua y un consomé; y cada día de la semana se arma un menú diferente, para sumar 7 propuestas distintas por día, explica George.
Un taco de tuetano, que se sugiere aderezar con las salsitas que están en la mesa y van de menor a mayor picor, es el siguiente paso en la degustación, que se acompaña de otro tequila.
Aunque el anfitrión comenta que "para quien no bebe, tenemos la opción de un carrusel de botanas que no llevan bebida, pues la idea es que todos la pasen bien, coman rico, disfruten el ambiente y vivan la experiencia de la clásica cantina".
Para entonces, el mariachi interpreta "Nube viajera" del maestro Jorge Massias y más de uno se se anima a hacerle coros al vocalista.
Claves
El Botanero abre de lunes a viernes a las 12:00 y cierra a la 1 de la mañana.
El ticket promedio es de $600.00
Tienen promociones: las personas que lleguen antes de las 3 y se vayan después de las 6, y saquen un 6 en los dados, no pagan la cuenta.
AJR