A diario, por toda la calle principal del ejido Rosita, de San Pedro, Coahuila, se pueden ver varios puestos de venta de chicharrones de cerdo.
Esto ya es una tradición en esta comunidad y todos los días los casos hierven para preparar estos antojitos, muy ricos y que es del agrado de los sampetrinos, de hecho, desde la ciudad y otros ejidos cercanos, acuden a comprar sus chicharrones y sus carnitas al ejido Rosita.
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Los primos Sergio Moreno y Agustín García, dicen que ellos tienen alrededor de 36 años vendiendo chicharrones en Rosita, negocio que les ha brindado el sustento para su familia. Mencionan que la situación no ha cambiado en el ejido, la economía no es muy buena que digamos, pero con la venta de sus chicharrones sacan para el diario vivir.
Lo mismo es para don Juan Francisco García, quien ya tiene 35 años de chicharronero. “Yo salgo a conseguir los cerdos, porque este negocio es diario, aquí se venden chicharrones y carnitas todos los días, así que el trabajo no para, porque hay que llevar dinerito al hogar”, dijo
“Que ahí nomás sus chicharrones truenan", son muy ricos y el olor lo dice todo, una tortilla calientita, se hace un taquito con un buen chicharrón y su salsita, que ricura.
“Aquí no hay lio, cada quien tiene sus clientes o nos los compartimos, no hay problemas, pa’ todos hay y todos vendemos, somos amigos aunque estemos tan cerca cada quien, con su local de venta, cada caso tiene su esencia, pero la amistad es la buena, por eso nos va bien y por ello seguimos con este negocio, que ya es una tradición en este bello ejido, Rosita”, señalan los comerciantes.
aarp
