Las últimas muertes violentas que han ocurrido en el municipio de Torreón han sido consecuencias de riñas, son cuatro las personas fallecidas que fueron confirmadas en su momento por la Fiscalía General del Estado de Coahuila Delegación I, por otra parte, los reportes de riñas en la ciudad de Torreón desde enero hasta el 4 de diciembre del presente año ascienden a 485, según los datos proporcionados por la Dirección de Seguridad Pública Municipal.
Los meses más problemáticos fueron de octubre a noviembre, ya que tan solo con cuatro días del último mes los reportes confirmados fueron de 139 a comparación del resto de trimestres cuando estas no ascendían a 120. De enero a marzo se contabilizaron 117 riñas, de abril a junio 113 y de julio a septiembre 116.

Por su parte, las últimas tres muertes violentas han despertado la inquietud de la sociedad y las autoridades, ya que fueron adolescentes de entre 15 y 17 años los que son señalados como presuntos responsables por el homicidio doloso en dos hechos distintos, y los cuales ocurrieron el pasado mes de noviembre.
Desde niños hasta adolescentes involucrados
Fue en ese mismo mes cuando en las riñas destacó el uso de sustancias ilícitas, armas de fuego y armas blancas, tres muertos y 15 detenidos, de los cuales 12 de ellos se encuentran en un proceso legal por lo ocurrido, cuatro son menores de edad.
Esto no es todo, sino que también se registraron dos eventos violentos en primarias de la ciudad, uno el pasado 12 de noviembre en donde un niño de 9 años ingresó con un arma al salón de clases en la primaria Año de Juárez, mientras que uno de sus compañeros la detonó disparando al pizarrón, entre los padres de familia se manejó la versión que los niños jugaban a los 'polis y ratas', uno de ellos llevó el arma desde su casa y la ofreció a la venta a su compañero.
El segundo suceso ocurrió el pasado 20 de noviembre en la primaria Margarita Meza de Juárez. Un adolescente de 12 años llevó a su hermano a la kermés de la primaria, pero en lugar de retirarse del lugar con un cuchillo amenazó a varios alumnos. El caso logró resolverse con medidas de restricción.
Fernando Araujo, sociólogo y profesor detalló que este tipo de violencia en los adolescentes es una responsabilidad entre el estado, la familia y las instituciones educativas, además que la nueva estructura familiar expone a las infancias a ser criados por otras figuras que no son los padres, aunque añadió que este cambio se debe a que los padres deben salir a trabajar precisamente para ofrecer una vida digna a los hijos.
“No podemos pensar en este tipo de fenómenos sin antecedentes, sin contextos culturales y estructurales, implica una corresponsabilidad entre estado, familia e instituciones educativas porque de alguna u otra manera en el contexto posmoderno la idea de la familia se ha relajado, pero no es a consecuencia a voluntad de los padres, sabemos que la dinámica económica impacta o invita a que las familias, cuando son dos tienen que trabajar porque los recursos no alcanzan, eso lleva a que los niños se queden al cuidado de alguien más, en el mejor de los casos de la abuela, una tía, alguien encargado, en otros casos por los medios de comunicación tanto digitales como convencionales, pero en el peor de los casos por amigos o amistades que se encuentran en condiciones iguales y no hay disciplinas”.
Actualmente, cuatro jóvenes menores de edad, de 15, dos de 16 y 17 años se encuentran resguardados en internamiento preventivo por la muerte de Bayron de 14 años, así como de Felipe de Jesús de 36 años y se les señala por los delitos de homicidio calificado y con ventaja en el caso del adolescente, y por homicidio calificado con ventaja y brutal ferocidad y saña de Felipe.
Araujo mencionó que la violencia urbana se encamina a la desigualdad o diferencias culturales e identitarias, señaló que la edad de los jóvenes pretende que deben estar estudiando y algunos otros encaminados a las actividades profesionales, “quiere decir que no generamos condiciones óptimas para que los jóvenes puedan tener una buena educación o insertarse en el espacio laboral, pero eso también recae en que los espacios públicos, me refiero a parques, canchas, teatros, no son aprovechados por los jóvenes que no se sienten parte de eso, por el contrario, se involucran en otro tipo de actividades, sobre todo que tienen que ver con el uso de sustancias tanto alcohol como sustancias ilegales, algunas drogas, que nos invitan a reflexionar”.
¿Ruptura en la estructura familiar?
Por su parte, Jorge Aceves Belmonte, pastor y obispo de la Iglesia Apostólica en el Distrito Torreón, explicó que la violencia se debe a una descomposición en el tejido social, y al igual que el sociólogo, señaló que empieza en el núcleo familiar, pero es un tema que compete a todos.
“Es la consecuencia de la descomposición del tejido social, nuestra sociedad se ha ido fragmentando y el núcleo más básico de la sociedad que es la familia se ha ido debilitando cada vez más, donde se transmitían los valores que es el hogar, ahorita muchas familias están disueltas, muchos jóvenes vienen de familias donde los papás están, por un lado, la mamá por otro y no son los papás los culpables, pero si son las consecuencias de no tener familias fuertes y estables”, agregó el teólogo.
También expuso que aunado a esta descomposición actualmente hay una cultura de individualismo en donde el respeto se deja de lado con la finalidad de conseguir algo, ya sea la adquisición y el poder, “bíblicamente la palabra dice que la violencia viene de nuestras propias pasiones que nos consumen, los hombres buscamos adquirir, poseer, ser más que los otros, tener más control que las demás personas y esas pasiones que luchan con nosotros a veces nos hacen dejar a un lado el respeto del prójimo, el respeto al derecho ajeno, yo creo que esas pasiones que de repente se exacerban, pasiones por control, territorio y muchas cosas hacen que perdamos el respeto y el amor”.
Entre los demás entes sociales que comparten la responsabilidad que mencionó Fernando son las instituciones educativas, en donde la enseñanza se centra en cumplir metas únicamente calificativas y se prioriza el individualismo, “además las cuestiones educativas, nos hemos expuesto solamente a cumplir metas calificativas, eres buen estudiante si tienes 10 y mal estudiante si tienes 5, pero no es una educación integral en donde se generen valores o aspectos comunitarios para poder generar propuestas integradoras y damos más bien un espacio al individualismo en donde se pone todo en disputa por tener el 10”.
La violencia como símbolo de aceptación social
Respecto a la Seguridad Pública, el titular de la dependencia municipal César Perales también se enfocó en el tema de la prevención, reconoció que entre los hechos más lamentables se encuentra el que ocurrió en la colonia Las Dalias, evento en donde murió Felipe de 36 años al ser golpeado brutalmente por adolescentes y adultos.
“Más que nada los hechos lamentables que sucedieron en el sector de las Dalias y en una de las quintas, salvo a estos muy lamentables casos se reaccionó de forma rápida, coordinados pero los retos no se frenan en el día, siempre hay que ir trabajando, más que nada en los jóvenes para que se vayan adaptando a la sociedad, no descansamos, tenemos que seguir en las escuelas, previniendo en las calles, seguir observando con los demás entes de seguridad así como de convivencia social”, dijo el comisario.
Las últimas riñas del mes de noviembre y a principios de diciembre ocurrieron en espacios públicos, sin embargo, la que desencadenó la muerte de Bayron se registró en el interior de una quinta, Perales añadió que cuando un evento de este tipo se reporta a tiempo hay mayor oportunidad para evitar un fallecimiento.
“Que se reporte a tiempo una riña significa que podremos tomar una acción rápida y evitar eventos lamentables, las riñas nunca han trascendido y siempre ha habido, ahorita podríamos decir de Torreón que la incidencia que tiene no se tenía hace 30 años, si es un número factible, pero hay que trabajar para minimizarlo y procurar que no pasen y tampoco culminen en pérdidas de vida”.
Tanto el comisario como el sociólogo dijeron que mayormente los que participan en una riña no tienen la intención de matar, Perales dijo que lo que hay que atacar es la creencia de solucionar los problemas por medio de la violencia, mientras que Fernando explicó que los jóvenes buscan la violencia con el fin de posicionarse en una sociedad que es igual de violenta.
“Nos situamos en el contexto actual y yo creo que los jóvenes no van con el interés de poder matar, sino más bien con el interés de poder posicionarse y ser aceptados en una sociedad violenta y si quieren eso tienen que generar prácticas recursivas violentas para que puedan ser aceptados en ciertos grupos o ciertos círculos”, comentó Araujo.
Por su parte, Perales explicó que a la semana la Unidad de Atención a Víctimas de Violencia Familiar y de Género atiende a un promedio de 850 alumnos y 30 ciudadanos en pláticas para prevención de la violencia, mientras que él hace visitas programadas a secundarias y bachilleres, “hablamos sobre las experiencias y que tengan dato más real de lo que pasa y lo que pasará si te encuentras en una situación desfavorable”.
Finalmente, Aceves Belmonte añadió que la sociedad debe empezar a actuar para contrarrestar este tipo de actitudes violentas entre los niños, adolescentes y adultos, generando un ambiente ya no de competencia sino de unidad.
“Tenemos que replantear nuestros valores, qué estamos transmitiendo en nuestras escuelas, en las iglesias, en el seno familiar, en los clubs, más allá de transmitir esa competencia o ese sentimiento de ser diferentes, tenemos que volver a transmitir el respeto, el amor, la comprensión, la unidad, son valores que nos van a hacer fuertes como sociedad y si nosotros dejamos de transmitir esos valores, pues vamos a ver las consecuencias de violencia, muerte, amenazas que estamos teniendo. Es un buen momento y yo exhorto a la sociedad que en verdad volvamos al seno de la familia, volver a darle el valor a las familias y busquemos a Dios, la biblia dice, “apartados de mí nada podéis hacer”, si la sociedad seguimos alejados de nuestros propios rumbos, en esta corriente de consumismo vamos a dejar de lado al creador de la vida y vamos a tener estas consecuencias lamentables que ya nuestra ciudad ve”.
DAED