Tamaulipas enfrenta actualmente un alto estrés hídrico, según la plataforma Aqueduct 4.0 del World Resources Institute (WRI), organismo internacional que advierte que México podría encaminarse a una severa crisis de agua en un plazo de cinco años.
La entidad utiliza entre el 40 y el 80% de sus reservas de agua renovables, un rango que el WRI clasifica como estrés hídrico alto
Esta situación se agrava durante la temporada de estiaje, cuando las precipitaciones son mínimas o inexistentes, señalan ambientalistas.
En un análisis por regiones, se observa que Matamoros y Nuevo Laredo presentan un estrés hídrico extremadamente alto, con indicadores por encima del 80%. En tanto, Reynosa y Río Bravo registran niveles altos, lo mismo que Ciudad Victoria, la capital del estado, y la región cañera de El Mante.
En la zona sur del estado, que comprende los municipios de Tampico, Ciudad Madero y Altamira, el estrés hídrico se clasifica como medio a alto, con un uso de entre el 20% y el 40% de sus recursos hídricos disponibles.
De acuerdo con el WRI, el estrés hídrico se calcula a partir de la relación entre la demanda total de agua (doméstica, industrial, agrícola y ganadera) y las reservas de agua renovables disponibles en cada región.
Cuando la demanda de agua supera la cantidad disponible durante un periodo determinado o cuando su calidad se ve deteriorada al grado de afectar su uso, aumenta el grado de estrés hídrico, resultado de la escasez, mala gestión y sobreexplotación del recurso, señala el WRI.
Ubica a México entre los 25 países con mayor estrés hídrico a nivel mundial, y alerta que podría
El indicador 6.4.2. de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU hace referencia al nivel de estrés hídrico y destaca la necesidad de un uso eficiente del recurso en todos los sectores para asegurar la sostenibilidad de la extracción y el abastecimiento de agua dulce. Con ello, se busca hacer frente a la escasez del recurso y reducir considerablemente el número de personas que ya sufren o van a padecer sed.
Problemas hídricos pueden dañar el perfil crediticio
A su vez, un estudio de la certificadora Standard&Poor’s, advierte que no son pocas las entidades federativas que podrían verse afectadas por estrés hídrico en 2050, por lo que llamó a los tres niveles de gobierno a ocuparse del tema y acelerar las inversiones necesarias.
Expuso que los problemas hídricos pueden dañar el perfil crediticio de los estados, porque se requerirán inversiones relevantes para el desarrollo de nueva infraestructura hidráulica, lo que a su vez estresará las finanzas públicas.
El estrés hídrico aumenta a causa del estiaje, fenómeno que ocurre todos los años y se caracteriza por la disminución estacional de lluvias entre los meses de marzo a junio, provocando que los niveles de ríos, lagunas y presas alcancen su nivel más bajo, señaló el ambientalista Roque Montiel Lozano.
La sequía, agregó, se registra cuando la falta de lluvia es mucho mayor a lo normal y durante un periodo prolongado (meses o incluso años), generando una escasez de agua más allá del ciclo estacional habitual, y produce afectaciones a la población y a los sectores productivos, principalmente la agricultura y ganadería.
Cabe mencionar que la Conagua impulsa el programa nacional de tecnificación de riego, con el cual se podrá ahorrar hasta 50% del agua que regularmente se usaría en la agricultura sin afectar producción alimentaria.
En ese contexto, se invertirán 51 mil 800 millones de pesos para obras en 13 distritos de riego, donde el agua recuperada pueda destinarse al consumo humano y a la recarga de acuíferos.
El gobierno federal anunció una inversión de 300 millones de pesos para la tecnificación del Distrito de Riego 026 Bajo Río San Juan en Tamaulipas.

SJHN