Con apoyo del Gobierno Federal y la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el Gobierno de Tamaulipas implementa un plan integral de rehabilitación de drenes y obras hidráulicas para reducir el riesgo de inundaciones, principalmente en la zona norte del estado. Al mismo tiempo, en el sur avanza la construcción del dique El Moralillo, una obra que busca contener las crecientes del río Tamesí y proteger a las familias que habitan en sus márgenes.
El gobernador Américo Villarreal Anaya explicó que estas acciones responden a la instrucción de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, quien durante su visita a Reynosa pidió realizar una evaluación completa de las condiciones del río Bravo y de las obras de contención.
“Se trata de recuperar y mantener la infraestructura hidráulica que durante años fue descuidada, para evitar nuevos escenarios de emergencia ante lluvias intensas”, expresó el mandatario.
Además, el gobernador anunció que el Estado contará pronto con maquinaria propia para la rehabilitación de caminos rurales en los municipios más afectados por las precipitaciones recientes. El objetivo —dijo— es mejorar la movilidad en las comunidades, fortalecer la infraestructura y, al mismo tiempo, generar empleo temporal entre los habitantes locales.
Estas labores se llevarán a cabo con el apoyo de la Secretaría de Bienestar y el Programa de Empleo Temporal, para que los propios pobladores participen directamente en la restauración de sus caminos y reciban un ingreso por su trabajo. Solo en casos excepcionales se recurrirá a empresas constructoras externas.
Villarreal Anaya señaló que continúa al pendiente de los reportes de Protección Civil, sobre todo en la región sur, donde se concentran las lluvias más intensas. Informó que ya operan bombas de desfogue de Conagua y del Gobierno del Estado para reducir los encharcamientos y apoyar a las colonias más afectadas por las precipitaciones.