A pesar de la advertencia de la Fiscalía Especializada en protección al medio ambiente y la vida animal de hacer respetar la Ley de Protección Animal y de desplegar fuerte operativo de seguridad, la población y tradición de 242 años se impuso en Tlacotalpan, y se realizó el embalse y suelta de toros de las fiestas en honor a la virgen de La Candelaria.
Luego de que elementos de la Fiscalía Especializada, Fuerza Civil, así como Policía Ministerial y Policía Estatal detuvieran a los vaqueros que trasladaban a los toros para cruzarlos en una panga sobre el río Papaloapan, habitantes del lugar enfurecidos tomaron el palacio municipal, donde policías que resguardaban el lugar lanzaron gas pimienta para disolver a la turba, que lejos de irse rompió tres puertas de las oficinas de los bajos del palacio municipal y la reja metálica para entrar a la alcaldía en donde estaba el presidente municipal, Homero Gamboa.
El alcalde decidió salir antes de que los tlacotalpeños lo sacaran por la fuerza de su oficina y fue trasladado a pie por más de tres kilómetros hasta la quinta Vergara, desde donde la turba embarcó al alcalde en una lancha y lo llevaron al rancho San Rafael, donde horas antes las autoridades estatales habían detenido a los vaqueros y liberado a los seis toros que usarían para la especie de pamplonada como algunos llaman la suelta de los animales.
Medio centenar de lanchas llenas de pobladores resguardaron a los vaqueros que lograron recuperar y pasar dos toros que fueron soltados finalmente en la Ciudad Patrimonio de la Humanidad.
De los seis toros cebúes que antes les había quitado la Fiscalía especializada encabezada por Andrés de la Parra Trujillo a los vaqueros, solo dos fueron embalsados a la vieja usanza.
Ya no pasaron en panga como se venía haciendo en los últimos años para no maltratarlos, sino nadando y resguardado por pescadores y lancheros.
El Fiscal Especializado en delitos ambientales y contra los animales advirtió en entrevista que procederían contra el presidente municipal por desacato de un deber legal.
De acuerdo a la Ley de Protección Animal aprobada en noviembre de 2016 y que enviara el ex gobernador Javier Duarte de Ochoa a la anterior legislatura local, quienes incurran en maltrato a los animales se hacen acreedores a cárcel por tres años y una multa de 100 días de salario mínimo.
Tres horas después de lo programado, se realizó la suelta de toros en la llamada Perla del Papaloapan que este jueves celebra el día de la virgen de La Candelaria.
El pasado fin de semana el Fiscal especializado recién nombrado junto con personal policial impidió se realizara en el municipio de Teocelo la suelta de reses llamada Vaquillada.
Sin embargo en Chacaltianguis y Tlacojalpan, ubicados también en la Cuenca del Papaloapan hubo suelta de toros y ni la Fiscalía ni la policía intervinieron.
El Fiscal Especializado aseguró que eso se debe a que nadie les avisó ni denunció nada para que intervinieran.
Sin embargo, el alcalde de Tlacotalpan, Homero Gamboa, señaló que la ley parece tener dedicatoria o nombre y se aplica de manera sesgada, no pareja.
Tlacotalpan es la única Ciudad Patrimonio de la Humanidad en Veracruz y una de las 10 del país; su fiesta de La Candelaria es la más conocida y los grupos ambientalistas están sobre sus tradiciones por atraer reflectores, acusó el edil panista.
Además de la suelta de toros en la fiesta de La Candelaria se realizan también peleas de gallos, incluidas en la prohibición de la Ley de Protección Animal.
MMR
