El verde, blanco y rojo cuelgan en el local de novedades donde trabaja Roberto Hernández, justo en el corazón del centro de Altamira. Una bocina reproduce música mexicana para animar a los peatones y con entusiasmo, Roberto invita: “¡Llévele una banderita!”. Sin embargo, la respuesta no ha sido la esperada.

¿Qué artículos patrios se suelen vender en septiembre?
En esta temporada, los comerciantes suelen apostarle a los artículos patrios: banderas, collares, pulseras, matracas, entre otros. Pero este año, el espíritu de las fiestas no se refleja en las ventas. Roberto admite que el negocio está ‘flojo’. Lo que más se ha movido son los fajines, comprados principalmente por estudiantes que los necesitan para los bailables escolares.
Banderas de todos los tamaños en puestos de comerciantes
Las banderas, en cambio, apenas se venden. Hay de todos los tamaños: desde las pequeñas de 30 pesos hasta las grandes que alcanzan los 450, pero siguen colgadas, a la espera de clientes. “Está flojo, a ver mañana que”, comenta mientras acomoda la mercancía que si no se vende, se guardará para el próximo año.
Preparación previa ante fiestas patrias
Roberto explica que la preparación para la temporada empieza con anticipación. Quince días antes, la mercancía llega desde la Ciudad de México. Este 2025, el ambiente parece complicado pues las compras se concentran en productos más pequeños y económicos, como aretes o pulseras, dejando a un lado las banderas que antes eran protagonistas del festejo.
El comerciante espera que el ánimo festivo finalmente contagie a los altamirenses, anhelando un repunte de ventas a horas del Grito de Independencia.
¿De qué manera afectan las pocas ventas de artículos patrios a los comerciantes?
Las pocas ventas de artículos patrios están afectando fuerte a los comerciantes ambulantes, que cada año esperan con ilusión las fiestas de septiembre para levantar sus ingresos. Antes, la gente compraba banderas, sombreros, cornetas y todo tipo de adornos para festejar, pero ahora muchos pasan de largo o buscan lo más barato.
Esto puede ser una problemática gigante para los comerciantes, ya que estas fechas eran su “salvavidas” económico y ahora puede que ni siquiera alcanzará para compensar el esfuerzo de tantas horas en la calle.
AA