El párroco del Sagrado corazón de Jesús en Lerdo, Julio Carrillo Gaucín señaló que a un año del gobierno de Claudia Sheinbaum, aún persisten deudas y rezagos en los resultados en materia de seguridad como en el sistema de salud, al margen de las cosas buenas que se han dado como los programas sociales.
Del mismo modo, consideró que el gobierno federal debería tomar la palabra y aceptar la ayuda que está ofreciendo el gobierno de Estados Unidos para combatir a la delincuencia de los cárteles, aprovechando la información, los equipos de inteligencia y demás con que cuenta el vecino país.

“Pienso en la inseguridad que no se ha avanzado, en la violencia y pienso en el sector de la salud, donde hay ciertos rezagos, la misma economía que no despega y ahora con la injerencia de Estados Unidos que quieren poner orden en nuestro país, porque se debió haber hecho desde hace muchos para frenar la influencia y presencia de grupos criminales”, dijo.
A pregunta expresa, Carrillo Gaucín dijo que en su opinión se debería de buscar una acción coordinada entre las fuerzas policiacas o militares con el gobierno norteamericano, dejar de lado posturas patriotas diciendo que aquí resolvemos las cosas cuando en los hechos se ve como las fuerzas del orden han sido rebasadas por los cárteles de la droga.
“Yo espero que la intervención que están ofreciendo los Estados Unidos realmente lleve a una solución y búsqueda de resolver en definitiva este problema que ha destrozado miles de hogares en nuestro país y que haya la voluntad del gobierno mexicano de acabar con este cáncer”, dijo.

En materia de salud, el párroco pidió menos narrativa y más medicina, dado que es común que se vea a la gente batallar en clínicas y hospitales del IMSS como del ISSSTE el sufrir por la falta de insumos, donde cirugías se postergan por la falta de equipo.
Admitió que a lo largo de estos últimos años se han venido construyendo nuevos hospitales, pero es notable y evidente que la demanda ha rebasado la capacidad de los mismos, al ver una gran cantidad de enfermos en los pasillos, sobre todo cuando faltan medicamentos esenciales, ya no se diga aquellos que son especializados, por lo no se observa por ningún lado el nivel de Dinamarca que se ofreció desde el sexenio pasado, ni ahora tampoco.
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