Alberto Castillo y otras decenas de comerciantes, esperaban con ansias las vacaciones de verano, pero no contemplaban que el receso coincidiría con la creciente de los ríos por las lluvias que han dejado grandes cantidades de troncos en la costa, lo que ha representado un colapso en sus ventas desde los primeros días de vacaciones.

El comerciante de artículos de playa, señala que la palizada, representa un obstáculo para el comercio, pues los turistas prefieren irse hacia la zona norte de la playa, donde está limpia. Cree que es por la zona hotelera, que presuntamente autoridades ponen principal atención, pues en la parte sur donde él se encuentra, pasan días con estos desechos, donde hay hasta troncos gran tamaño.
Comerciantes hacen el esfuerzo de resolver la problemática
Como vendedores, han colaborado en quitar los troncos de la orilla pero evidentemente no cuentan con maquinaria pesada como el gobierno para poder mover los montículos formados con los palos.

El problema es evidente, el espacio de palapas luce vacía. Los turistas, prefieren irse a espacios más despejados para apreciar las olas. Los guardavidas, incluso, señalan que la palizada representa un riesgo para los bañistas, ya que los pedazos que continúan en el mar podrían llegar a golpearlos o generar alguna otra situación de riesgo.
JETL