La mañana del martes parecía común en el paseo del Canal de la Cortadura, en el corazón turístico de Tampico, en el sur de Tamaulipas. El sol ya calentaba con fuerza y el aire estaba cargado de humedad. Moisés Jones —así se presenta en Facebook este joven creador digital— salió a caminar con su cámara, sin imaginar que en cuestión de minutos pasaría de paseante a héroe, y que el video que grabaría no solo se haría viral, sino que ayudaría a localizar a un adulto mayor reportado como desaparecido desde hacía días en San Luis Potosí.
Al cruzar uno de los puentes del canal, el cual desemboca en el río Pánuco, a la altura de la avenida Emilio Portes Gil, Moisés se detuvo. En el agua verde del canal, el hombre mayor flotaba con calma.
—¿Se cayó? —preguntó el joven.
—No, estoy nadando —respondió el señor, como si se tratara de la cosa más normal del mundo.
El joven le advirtió sobre los cocodrilos que habitan en el lugar. El hombre, de 87 años, replicó con seguridad: "No, no hay".
Moisés siguió su camino por la orilla. Apenas había avanzado treinta metros cuando el agua se agitó. Una figura gris, larga y musculosa, emergió y comenzó a avanzar hacia el nadador.
Era un cocodrilo de más de dos metros de largo.
La carrera contra el saurio
El instinto lo hizo regresar. “Lo teníamos que sacar (al señor que nadaba en el canal), pobrecillo, y lo sacamos a tiempo porque el cocodrilo venía directo a él; si no lo sacamos, el cocodrilo se lo echa”, contó después Moisés.
Con la ayuda de otra persona, logró convencer al hombre de salir. El joven no dejó de grabar ni un segundo.
Ya en tierra, un trabajador de Servicios Públicos y el propio youtuber le preguntaron si estaba bien. El anciano —que dijo llamarse Hermenegildo— aseguró que todo estaba tranquilo y siguió su camino, bastón en mano y la ropa empapada: camisa rosa a cuadros, pantalón beige, zapatos, todo goteando.
Moisés llamó al 911, pero el hombre ya se alejaba.
La revelación: no era cualquier anciano
Horas después, las imágenes del rescate de don Hermengildo tras ser acechado por un cocodrilo se viralizaron en Facebook.
Fue entonces cuando la familia supo dónde estaba don Hermenegildo Uribe Ruiz, reportado como desaparecido desde el lunes pasado en el fraccionamiento Villas San Miguel, en Ciudad Valles, San Luis Potosí, ni más ni menos que a 150 kilómetros del canal al que se había metido a nadar.
La noticia movilizó a más que parientes: elementos de la Guardia Estatal y Bomberos llegaron al sitio donde se había grabado el video.
Sin embargo, no encontraron a nadie. El hombre, aparentemente familiarizado con la zona, incluso mencionó el antiguo Cine Alameda —cerrado en 1994 y demolido en 2021— como referencia.
La búsqueda en Tampico
Cuatro horas después, familiares y amigos llegaron al DIF Tampico. “Buenas tardes, estamos buscando al señor que se metió a nadar al Canal de la Cortadura”, dijo una mujer al recepcionista antes de subir a la Procuraduría.
Personal del DIF, junto con Osmara Lorenzo —amiga de la secundaria de Eunice, hija de Hermenegildo—, emprendieron un recorrido por la Isleta Pérez, la laguna del Carpintero y hasta la Central de Autobuses, con la foto del anciano en la mano.
Incluso, visitaron el mirador de cocodrilos, porque el propio Hermenegildo había dicho que creía que era el único punto de Tampico donde había saurios.
La búsqueda se extendió durante horas. Osmara pidió apoyo ciudadano y dejó un número de contacto. La familia aclaró que el hombre llevaba dinero y no tenía problemas de salud mental, por lo que podía desplazarse por su cuenta.
El reencuentro que no fue... y el regreso inesperado
“Gracias a mi video los familiares supieron de su ubicación ya que lo buscaban en Ciudad Valles. La labor no estará completa hasta que se dé nuevamente con el señor”, escribió Moisés en redes.
Ayer mismo por la tarde, cuando la familia recorría Tampico, llegó la noticia: Hermenegildo estaba de vuelta en Ciudad Valles.
Nadie sabe cómo regresó ni en qué momento cruzó de nuevo hacia su tierra, pero lo cierto es que se cruzaron en el camino sin verse.
La prueba fue una fotografía enviada a sus familiares: el anciano, ya seco, descansando en un camastro guinda, con shorts grises, playera blanca y las piernas cruzadas, tal vez después de otro baño, pero esta vez sin cocodrilos cerca.
Un viejo problema en la ciudad de los saurios
En Tampico, los encuentros entre personas y cocodrilos son frecuentes. En la Laguna del Carpintero, una malla defectuosa permite que los visitantes crucen hasta el hábitat de los reptiles; hace apenas un mes, un niño burló la protección desoldada.
No es la primera vez que alguien se mete al Canal de la Cortadura.
El 27 de junio de 2021, dos hombres ebrios fueron detenidos tras nadar ahí.
El 18 de julio de 2024, otro adulto mayor fue atacado por un cocodrilo y sufrió heridas en las piernas, pero sobrevivió gracias a la intervención de testigos y paramédicos.
Esta vez, la historia terminó sin mordidas, pero con un anciano que escapó tres veces: de su familia, de las fauces del saurio y de los policías que lo buscaban.
AA
