Por intoxicación o efectos secundarios al consumo de drogas, fueron hospitalizadas en un lustro 319 personas en Tamaulipas, observándose un incremento en el registro, que incluye casos relacionados con cocaína, marihuana, psicotrópicos, alucinógenos, opiáceos y solventes, entre otras sustancias. Durante el mismo lapso, tres pacientes fallecieron por esta causa.
La Plataforma Nacional de Transparencia informó que en 2020 se presentaron 57 ingresos a los distintos nosocomios del estado, en 2021 fueron 41, en 2022 sumaron 53, en 2023 se contabilizaron 86 y en 2024 llegaron a 82 internamientos. Esta última cifra, con respecto al primer año de la pandemia, refleja que la estadística creció 43.8%.
La atención fue brindada en los hospitales Psiquiátrico y Canseco de Tampico; Civil de Ciudad Madero; Generales de Altamira, Victoria, Reynosa, Matamoros, Nuevo Laredo, El Mante, Río Bravo, Valle Hermoso, San Fernando, el Integral de Abasolo, e incluso aparece el Infantil de Tamaulipas.
Los diagnósticos incluyeron trastornos mentales y del comportamiento derivados del uso de sustancias psicoactivas, intoxicación aguda por sedantes o hipnóticos, síndrome de dependencia, estados de abstinencia, efectos psicóticos residuales y casos de envenenamiento.
La Secretaría de Salud mencionó que también se presentaron afectaciones por el consumo de otros estimulantes, incluida la cafeína, así como adicciones graves al tabaco, las cuales ocasionan severos daños a la salud.
No todas las personas lograron superar las complicaciones. En 2020 falleció un paciente en el Hospital General de Reynosa por envenenamiento con cocaína; en 2022, otro murió en Nuevo Laredo por trastornos vinculados al uso de tabaco, y en 2024 se registró un deceso en Reynosa a consecuencia de una intoxicación por varias sustancias.
Por su parte, la Dirección General y Unidad de Políticas de Salud y Bienestar Poblacional de la Secretaría de Salud, informó que el Centro de Internamiento y Rehabilitación Renacer cuenta con una capacidad total de 39 camas censables.
Este centro, perteneciente a los Servicios de Salud IMSS-Bienestar, ofrece atención integral a personas que acuden de forma voluntaria o son llevadas por sus familias, incluyendo aquellas que buscan superar problemas relacionados con el consumo de alcohol.
El psicólogo Ricardo Flores, especialista en salud mental de jóvenes, señaló que se trata de un tema poco atendido, pero que tras la pandemia aumentó el consumo de drogas, sin que hasta ahora se haya logrado revertirlo.
“Por ser un asunto espinoso y contar con poca información, esta problemática creciente no se visibiliza y requiere atención prioritaria tanto de las instituciones de salud como de la propia sociedad. En consultorios particulares observamos que el consumo de drogas se ha convertido en una de las secuelas de la crisis sanitaria, afectando cada vez más a la población joven, sin que hasta ahora se logre revertir”, advirtió.
SJHN