Tras las recientes inundaciones provocadas por la tormenta tropical Barry, el municipio de Altamira, puso en marcha una campaña intensiva de fumigación en las comunidades asentadas a lo largo del río Tamesí, con el fin de frenar la proliferación del mosquito Aedes aegypti, transmisor del dengue, zika y chikungunya.
El arranque oficial fue encabezado por el presidente municipal Armando Martínez Manríquez, en coordinación con personal de la Jurisdicción Sanitaria Número 12, quienes desplegaron brigadas para recorrer casa por casa en los ejidos cercanos al afluente.
Se busca prevenir brotes tras la contingencia
Durante la jornada, se aplicó insecticida espacial y se distribuyó abate para depósitos de agua, lugares donde comúnmente se reproducen los mosquitos.
Además de la fumigación, las autoridades municipales exhortan a la ciudadanía a colaborar manteniendo limpios sus patios, eliminando posibles criaderos de mosquitos y permitiendo el acceso del personal de salud.
La campaña forma parte de una estrategia permanente de prevención que se intensificó tras los daños provocados por el meteoro tropical, especialmente en zonas que sufrieron anegamientos recientes.