Desde hace 30 años 'embellece' muertos

Felipe Sánchez Samaniego se dedica a embalsamar cadáveres y considera que no cualquier persona puede, ni se atrevería a realizar la llamada tanatopraxia.

Felipe Sánchez Samaniego tiene casi 30 años en el oficio de embalsamador de cadáveres, labor que considera como verdadero arte ya que no cualquier persona puede, ni se atrevería a realizar, aunado al valor, la dedicación y profesionalismo que debe tener quien se dedique a la llamada tanatopraxia.

“Tal como los artistas presentan sus obras para que tengan buena impresión ante la audiencia, yo preparo a las personas fallecidas para que luzcan como cuando estaban con vida mientras dormían”, explicó Sánchez Samaniego.

Para realizar un embalsamado se requiere un equipo especial para el manejo de los fluidos corporales que se tienen que drenar, esto mediante la introducción vía arterial de al menos siete litros de solución química conformada por formol, ácido fénico, alcohol, agua y colorante, que con la ayuda de una bomba inyectora, entra el líquido que conservará el cadáver por el tiempo necesario hasta que lo sepulten o cremen.[OBJECT]

Mientras que por otra inserción, con un succionador llamado troque o cánula similar a la utilizada en una liposucción, será removido el resto de líquido que se encuentre dentro del estómago, intestinos, pulmón y vejiga.

La misma necesidad económica y de trabajo inclinó a Felipe a introducirse en un mundo rodeado de muerte, no para quitar la vida, sino para darle estética a un cuerpo inerte.

“Nuestra misión consiste en la desinfección, conservación, restauración y la estética. Maquillamos el cuerpo de tal manera que el cliente tenga una impresión positiva o tranquila de su familiar o conocido”.

Las situaciones más complicadas en su labor, no han sido cosas paranormales, sino atender a niños pequeños o incluso a familiares cercanos para prepararlos luego de su fallecimiento.

“No he visto cosas paranormales como apariciones o que se mueva el cuerpo. A veces se escuchan ruidos, pero mi mente rápidamente le encuentra lógica. También en ocasiones parece que me cambian de lugar unos objetos”, dijo.

Felipe Sánchez Samaniego al paso de los años ha prestado sus servicios a diferentes funerarias de la Comarca Lagunera, “a la mayoría”, señaló.

Aunque la técnica de embalsamar es utilizada desde el Antiguo Egipto, actualmente es el método más utilizado en negocios funerarios, en los que también ofrecen el servicio de cremación, como en los Funerales Samaniego en Torreón, de donde Felipe es el gerente y operador.

“Es un proceso en el cual se introduce a la persona en un horno de más de dos metros de largo en donde se pueden llegar a temperaturas de 1200 a 1300 grados centígrados, que en un poco más de una hora y media el cuerpo se desintegra”, refirió.

Mencionó que en ocasiones los familiares prefieren estar presentes en el proceso de cremación para asegurarse así, que las cenizas que se llevan, son las de su ser querido.

crc

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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