Campesinos exigieron a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) el cierre de las compuertas de la presa La Boquilla, en Chihuahua, las cuales fueron abiertas para pagar el agua a los Estados Unidos, el gobernador del estado, Javier Corral Jurado, celebró que el gobierno federal haya dado marcha atrás a ese compromiso.
Durante este lapso, donde se quemaron 12 vehículos, entre los que destacaron patrullas federales y camionetas de la Conagua; además se quemaron dos tráileres, se despojó de todo la carga a un camión de la empresa Bimbo, se vandalizó una caseta de peaje en Camargo y se bloqueó la carretera federal a la altura del poblado de Lázaro Cárdenas.
El mandatario estatl sostuvo que era necesaria la decisión que tomó la Conagua, toda vez que se estaban produciendo riesgos innecesarios e inconvenientes en los aspectos de seguridad y sanitario.
Por ello celebró la rectificación de la Conagua de mantener abiertas las compuertas de la presa La Boquilla solo para cumplir con el ciclo agrícola del presente año y no para el pago de agua al Tratado Internacional de 1944, suscrito con Estados Unidos.
“La rectificación era necesaria, toda vez que se estaban produciendo riesgos absolutamente innecesarios e inconvenientes, no solo por el conflicto, la tensión social y la violencia que esto desató, sino por el que considero era el mayor riesgo de todos, que es el aspecto sanitario, producto de la congregación de varias personas en el lugar”, dijo.
Ayer la Conagua informó el aumento del flujo del agua de la presa, de 55 a 110 metros cúbicos por segundo, bajo el argumento de pagar el adeudo que se tiene con Estados Unidos, como parte del Tratado Internacional.
Corral Jurado advirtió que será difícil volver a construir un escenario de negociación y diálogo entre la dependencia federal y los productores, con el gobierno del Estado como intermediario.
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