Tras el ataque al bar La Resaka, en Tula, que dejó un saldo de al menos seis muertos, el gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca Salazar, estimó que estos hechos podrían derivar de una pugna entre criminales.
Señaló que el surgimiento de delincuentes se generó desde la instalación de la refinería Miguel Hidalgo y del trazado de ductos por territorio estatal, pues, por omisión o por temor, no se combatió a los grupos delincuenciales, lo que provocó su asentamiento.
"Es una respuesta, hay un conflicto que se ha dado en el transcurso del tiempo y las consecuencias las enfrentamos nosotros, siempre es lamentable la pérdida de vidas; pero son elementos cotidianos (incidencias de robo de hidrocarburo) que estamos inhibiendo con la fuerza del Estado", manifestó.
El mandatario señaló que nunca, como en la actual administración estatal, se ha combatido a la delincuencia que opera en las zonas huachicoleras del estado, como Tula y Cuautepec de Hinojosa.
Esta situación, consideró, es la que ha provocado además un enfrentamiento entre criminales que anteriormente operaban libremente.
"Son las regiones donde más tomas clandestinas se localizaron en estos años; la situación no es nueva se dejó crecer a lo largo del tiempo, no es de una semana o de una o dos administraciones o gestiones anteriores del Ejecutivo local; por acción u omisión se permitió que se asentaran estas organizaciones criminales, se tienen estas actitudes de complicidad que se presenta esta situación de inseguridad, nosotros en esta administración asumimos el compromiso y vamos a abatir este tema", sentenció.
Sobre lo ocurrido la madrugada del sábado, Menchaca Salazar informó que será la tarde de este lunes cuando el gabinete de seguridad brinde detalles del crimen y del avance de las investigaciones.