La lista de películas en las que ha participado es grande y abarca títulos como The Guardian o Historia de una prisión, The Mexican, Dragon Ball, La Cristiada, Little boy, Salvando al soldado Pérez, Blueberry y La Momia. En su récord tampoco faltan los documentales y cortometrajes como Camino a Mala Noche, y su más reciente incursión en la pantalla chica lo llevó a la serie de Netflix número uno en México, “Somos”. donde Salvador Montenegro interpreta a un caporal llamado Silverio.
“Me inicié en el cine en el año de 1999 cuando vino una película que se filmó en el Puente de Ojuela, en Mapimí, Durango. Esa fue la película que me marcó y me abrió puertas, se llamó The Guardian. En las oficinas de Turismo de Gómez Palacio nos citaron para hacer el casting para extras. Llenamos la forma, pedían que hablaras inglés, te tomaban tu talla y te tomaban la foto”.
Salvador entendió que era una gran oportunidad así que en la entrevista explicó que sabía actuar. Además, al tratarse de un western les comentó que él podía llevar a las grabaciones caballos de su propiedad. Sin embargo, le respondieron que los actores ya habían sido elegidos desde Ciudad de México.
Debido a su fisonomía a Salvador le preguntaron si no tenía familiares interesados en participar como extras. Jorge Montenegro Chibli, su hermano, también se quedó. El llamado era a las tres de la madrugada, motivo por el cual muchos no llegaron. El ritual previo es acudir al área de vestuario, luego al comedor, y estar listo en el set a las seis de la mañana.
“Yo no me voy a quejar, la vida me ha dado muchas oportunidades, siempre me he sentido bien tratado. Con los años comencé a producir mis propios documentales y mis propios cortos. He sido asistente de muchas producciones y sé que sin los extras el cine no es, su maquinaria es como el engranaje de un reloj y yo entré al cine como extra, entonces tenía 39 años y ya me sentía grande porque había chavos y gente más grande que yo para contar la historia de una prisión”.
Salvador Montenegro apuntó que entonces no había teléfonos móviles con cámara, así que los que pudieron se hicieron de una instantánea metiendo casi de contrabando una cámara analógica.
El fotógrafo Garbiel Saldaña, “El fotógrafo de las estrellas”, lo acompañó y le pudo hacer algunos retratos, en tanto que Salvador continúo llevando amigos y conocidos al rodaje como extras, forma de compartir los proyectos que hasta la fecha mantiene.
“A mí me ha gustado involucrar a la gente. Llevé a Gabriel y fue muy respetuoso y también a conocidos para trabajar en el rodaje porque a mí me gusta compartir. Pues llegamos y ¿a quién crees que vimos salir de un camper? A David Carradine, el hombre de la leyenda del templo Shaolín. A mí hermano también lo contrataron y trabajó como preso pero lo vio y me dijo ‘Chava, es Kung Fu, no puede ser’. Y de rato vimos James Caan, Bryan Dennehi, y yo pensé que me andaba haciendo el payasito con que sí actuaba. Me emocioné mucho y Gabriel tomó fotos que debe tener todavía”.
Al día siguiente pedían un guardia que hablara inglés. Debido a que era un filme norteamericano, el extra debía tener el color de piel blanco y ser alto de estatura. Eligen a Salvador, le dan un radio y comienza a hablar directamente con el director. Al día siguiente faltó un “stone” y él fue el elegido. Aunque se trata de apenas unos segundos, él asegura que le permitieron crecer mucho.
Al terminar, la productora Sonia Guerrero le comentó que se irían a Durango y la siguiente película estaba en puerta. Tras una pausa le llamaron para hacer casting con caballos para The Mexican con Julia Roberts y Brad Pitt, su función fue como wrangler actor, es decir, como caballerango aportando sus propios caballos. Para el casting se presentaron 150 jinetes. En decantación se quedaron 24 y finalmente Salvador Montenegro fue seleccionado.
“El cine no es de mentira, es muy real porque a un caballo le truenas una explosión frente a sus patas y él no sabe que las piedras son de corcho. El caballo se mueve y hace extraños con las explosiones. Me quedo en La Mexicana y me toca trabajar con Luis Felipe Tovar y los jefes de caballerangos a mí y a otro chavo nos ponen a que trabajemos a Luis Felipe Tovar y que monte a caballo. Fue mi primer trabajo como wrangler assistant”.
La actuación se mantuvo y también el poder asistir a las producciones. Así se integró en Dragon Ball, Little boy y Rescatando al soldado Pérez. En la Cristiada fue wrangler de Andy García. La serie The Texas Rising llegaría después. Por ello comenzó a promocionar su trabajo como Gerente de locaciones y se integró a la Comisión Mexicana de Filmaciones.
Sobre Netflix y la serie “Somos.”, Salvador Montenegro, dice que él estaba trabajando en Cuatro Ciénegas en un festival de globos aerostáticos y paralelo, en un montaje denominado El sepulturero donde caracterizaba a un anciano, motivo por el cual se dejó crecer la barba.
“Sale el casting de Netflix. La productora ejecutiva, Sandra Solares, que la conozco de Salvando al soldado Pérez y La Cristiada, me mandó un messenger preguntándome si tenía caballos. Sí, sí tengo. ¿No te gustaría venirte a vivir con nosotros acá a Durango? Me dijo que habría una serie. Me lo contó pidiendo que cerrara el pico, y pues claro. Los productores te dicen que te tienes que amarrar todo y no decir nada”.
La producción arrancó en febrero de 2020 y lo invitaron primero a ser el animal wrangler de la serie, manejando desde un pollito, un perro, vacas, caballos o chivas. Cualquier animal que se requiera para las escenas en el campo. En ese rubro trabajó con su equipo más cercano, en este caso su familia. Pero a las tres semanas le llamaron de nuevo para hacer casting como actor.
A pesar de la pandemia por el covid-19 el rodaje inició con estrictas normas sanitarias. Su personaje, Silverio, fue creciendo debido a que se trata de un hombre leal, protector, que muestra ambas características casi con monosílabos. Muchas de las escenas grabadas, comentó el actor, se quedaron fuera de lo presentado. Lo que nos hace pensar que podría haber una segunda parte de Somos.
EGO