La música norteña retumbó en cada esquina de la Arena Monterrey con la presencia de Ramón Ayala y sus Bravos del Norte regalando una noche de éxitos que quedará marcada en la memoria de su público.
Con poco más de seis décadas de carrera, Ramón Ayala demostró la noche del viernes por qué es considerado "El Rey del Acordeón" haciendo cantar y bailar a todos los presentes al ritmo de sus mas grandes éxitos.
Fue en punto de las 21:41 horas cuando Ayala, acompañado de todos sus músicos, salieron al escenario tras una breve presentación que abordó algunos de los momentos más importantes de su trayectoria, destancando sus logros a través de los años.
Entre chiflidos y aplausos el público recibió a Ramón, quien junto a su acordeón, tomó asiento al centro del escenario entregando una velada llena de éxitos.
La nostalgia comenzó a marcarse con "Mujer paseada", "Puño de tierra" y "Baraja de Oro" fueron los primeros temas en soñar durante esta velada.
"¿Cómo está mi gente? Mis paisanos de aquí de Monterrey, la cuna de la música norteña. Estamos muy contentos de estar con todos ustedes por acá esta noche. Ojalá se lleven un grato recuerdo de nosotros. Aqui vamos a dar para que bailen y canten, y hagan todo lo que ustedes quieran", pues lo que mencionó Ayala en su mensaje de bienvenida.
"Quiero mandar un saludo para mi familia que se encuentran aquí también. No sé dónde estar porque hay mucha gente pero como quiera les mando un cordial saludo a todos ustedes también" agregó.
Y es que aunque el cantante confesó tener molestias en la garganta que le impedía llegar a ciertas notas musicales, no fue impedimento para complacer al público con lo más selecto de sus temas que han marcado a varias generaciones, tales como "Chaparra de mi amor" y "Casas de madera".
Sin duda uno de los momentos más emotivos de la noche fue cuando dedicó hasta el cielo un homenaje a Cornelio Reyna, quien fuera su compañero en Los Relámpagos del Norte y lo hizo de una manera muy especial acompañado de un mariachi. Mientras tanto las luces de los celulares se encendieron mientras cantaban temas como "Te vas ángel mío" y "Un rinconcito en el cielo".
Para cerrar durante la recta final en su repertorio también incluyó otros éxitos como "Tragos amargos", "Triste recuerdo", "Dos monedas", "Pa' que son pasiones", "Dos hojas sin rumbo", "Cuando apenas era un jovencito", "Infiel", entre muchas otras que sonaron durante dos horas y media.
nrm