El Museo del Ocultismo de los Warren, fundado por los legendarios investigadores paranormales Ed y Lorraine Warren, alberga una colección de objetos que no solo son aterradores, sino que están atados a historias de posesión demoníaca y violencia extrema.
Aunque el museo ya no está abierto al público, los objetos siguen siendo la prueba más tangible de su trabajo.

Ed y Lorraine Warren: Quiénes eran y por qué su museo es tan infame
Ed y Lorraine Warren son una de las parejas de investigadores paranormales más famosas del mundo. Ed Warren era un demonólogo, un experto en demonología y en los ritos de exorcismo, mientras que Lorraine Warren era una médium y clarividente.
Juntos, dedicaron su vida a investigar fenómenos inexplicables, ayudando a cientos de familias que afirmaban ser víctimas de actividad paranormal.
Muchos de sus casos más famosos, como los de Amityville y la familia Perron (que inspiró la película "El Conjuro"), se volvieron películas que los catapultaron a la fama mundial.

Desde la mítica Annabelle hasta aquellos que podrían parecer inofensivos
A lo largo de sus más de 50 años de carrera, coleccionaron objetos que consideraban peligrosos y los resguardaron en el museo, una habitación en su propia casa en Monroe, Connecticut.
El museo es una vasta colección con artefactos de más de 3,000 de sus casos, con algunas fuentes que sugieren que la cifra podría superar los 10,000 objetos a lo largo de su carrera.
Annabelle, la muñeca de la posesión
Sin duda, la muñeca Annabelle es el objeto más famoso de todo el museo. A diferencia de su aterradora versión en el cine, la muñeca real es una simple muñeca de trapo, tipo Raggedy Ann.
Su historia comenzó cuando una estudiante de enfermería la recibió como regalo y pronto se dio cuenta de que la muñeca se movía sola y escribía mensajes.
Un médium les dijo que la muñeca estaba habitada por el espíritu de una niña llamada Annabelle. Sin embargo, los Warren sospecharon que se trataba de una fuerza demoníaca que se hacía pasar por una niña para manipular a la familia.
Después de un exorcismo, los Warren se llevaron a la muñeca y la encerraron en una caja de cristal sellada con oraciones en su museo, donde permanece hasta el día de hoy con la advertencia: "ADVERTENCIA: NO ABRIR".

El Ídolo Satánico de la Brujería Negra
Este ídolo es considerado uno de los objetos más siniestros del museo. Se encontró en las profundidades de un bosque en Connecticut, donde se usaba en rituales satánicos para adorar a un demonio.
Según Lorraine Warren, el ídolo es tan poderoso que su simple presencia hace que la temperatura de la habitación baje y provoca un malestar físico a cualquiera que se acerque.
Los Warren afirman que este objeto es responsable de una serie de muertes y fenómenos paranormales que ocurrieron después de que fue usado en sus rituales.

La Muñeca de las Sombras
Esta muñeca no fue encontrada, sino que fue creada con un propósito oscuro.
La Muñeca de las Sombras está hecha de huesos humanos, uñas y partes de animales, y se dice que fue diseñada para enviar pesadillas a sus víctimas, las cuales, según los Warren, eran tan aterradoras que podían provocar un ataque al corazón.
Se creía que su creador tomaba fotos de la muñeca, escribía una maldición en el reverso y las enviaba por correo a sus víctimas. El terror se apoderaba de ellos al ver la foto y el ritual terminaba con su muerte.

El Mono de Juguete con Platillos
Este juguete, que parece inofensivo, fue una vez el favorito de una niña poseída. Este mono es uno de los objetos más famosos del museo y se asocia a la película "El Conjuro".
La familia de la niña afirmaba que cada vez que el juguete sonaba, una presencia oscura y maligna se hacía más fuerte en su casa.
El juguete está guardado bajo llave, ya que se cree que está vinculado a una fuerza demoníaca.

El Piano que Toca Solo
El museo de los Warren también alberga un piano que, según las historias, a menudo toca por sí mismo. Se dice que el piano está conectado al espíritu de una niña que fue asesinada por un demonio que se había apoderado de su casa.
La familia de la niña le pidió a los Warren que se llevaran el piano, ya que el espíritu de la niña se negaba a dejar el lugar y el piano no paraba de tocar melodías escalofriantes.

Las reglas de seguridad: Ni se te ocurra tocarlos
Una de las normas más importantes del museo era la de "nunca tocar los objetos". Los Warren creían que estos artefactos tenían una energía tan negativa que solo con el contacto podían "adherirse" a una persona y provocarle fenómenos paranormales en su propia casa.
El caso más famoso es el de un joven que, burlándose, golpeó la caja de Annabelle. Al salir, su auto chocó y él murió en el accidente.
También se dice que muchos de estos objetos, como Annabelle, son bendecidos regularmente por un sacerdote para mantener su energía contenida.
Los visitantes solo podían ver los objetos de lejos, nunca tocarlos ni interactuar con ellos sin la supervisión de Lorraine o de algún experto.
¿Qué le pasó al museo? La misteriosa clausura
El museo se mantuvo abierto al público por muchos años, recibiendo a miles de visitantes de todo el mundo. Sin embargo, en 2019, se anunció oficialmente su cierre. Aunque la razón principal fue la violación de las leyes de zonificación y seguridad de la ciudad, los creyentes en lo paranormal afirman que fue una decisión necesaria.
Se dice que el museo se había vuelto demasiado peligroso. Las energías malignas de los objetos eran tan fuertes que afectaban a los visitantes y al personal.
Hay reportes de que algunos objetos se volvieron más activos después de la muerte de Ed Warren en 2006, lo que hizo que el ambiente fuera insostenible.
Actualmente, la colección permanece en un lugar resguardado, bajo el cuidado de Tony Spera, y no está planeado que se vuelva a abrir al público.