El reciente romance confirmado entre Scooter Braun y Sydney Sweeney ha catapultado al magnate de la música de vuelta a los reflectores, pero no por sus éxitos empresariales, sino por el fantasma de su disputa con Taylor Swift.
Lo que comenzó como un "affair casual" en septiembre, tras su encuentro en la boda de Jeff Bezos y Lauren Sánchez en Venecia, ha evolucionado rápidamente, con fuentes cercanas describiéndolo como "serio" y sin presiones.
Sin embargo, ha desatado una oleada de críticas de los fans de Swift, quienes ven en Braun al villano de una saga que marcó la industria musical. Aquí en MILENIO te decimos qué pasó entre Taylor y Scooter Braun y por qué se volvió tendencia.
¿Qué pasó entre Scooter Braun y Taylor Swift?
La tormenta entre Scooter Braun y Taylor Swift estalló en junio de 2019, cuando Ithaca Holdings (la compañía de Braun) adquirió Big Machine Label Group por 300 millones de dólares, obteniendo así los masters de los primeros seis álbumes de Swift: Taylor Swift (2006), Fearless (2008), Speak Now (2010), Red (2012), 1989 (2014) y Reputation (2017).
Estos derechos, valorados en alrededor de 140 millones, representaban el núcleo de la carrera temprana de la cantante, quien había dejado la discográfica en 2018 tras desacuerdos contractuales.
Swift denunció la transacción como su "peor caso posible" en un emotivo post de Tumblr, acusando a Braun de "acoso manipulador constante" durante años y alegando que ni ella ni su equipo fueron notificados ni invitados a comprar los masters directamente.
"Scooter ha despojado mi obra de vida, que no tuve la oportunidad de adquirir", escribió, describiendo el deal como una "traición" orquestada por Scott Borchetta, fundador de Big Machine.
El escándalo escaló en noviembre de 2019, cuando Swift reveló en una carta abierta en Twitter que Braun y Borchetta le negaron permiso para interpretar canciones de sus álbumes iniciales en los American Music Awards y para usar material en el documental Miss Americana de Netflix.
"Intentan controlar a una mujer que no quería estar asociada con ellos... por perpetuidad", denunció, lo que generó un apoyo masivo de celebridades como Selena Gomez, Halsey y Ariana Grande, ex cliente de Braun.
Por el contrario, Justin Bieber y Kanye West defendieron al ejecutivo, con Bieber publicando un video de FaceTime con West y Braun, captionado "Taylor Swift what up?", avivando el fuego en redes.
La disputa no solo dividió a la industria, sino que inspiró un movimiento global sobre los derechos de los artistas: Swift comenzó a regrabar sus álbumes en 2020, lanzando Fearless (Taylor's Version), Red (Taylor's Version), Speak Now (Taylor's Version) y 1989 (Taylor's Version) entre 2021 y 2023, que superaron en streams a las originales y recuperaron el control creativo.
El contraataque de Swift y las repercusiones: De regrabaciones a victoria
La respuesta de Swift transformó la controversia en un triunfo personal y profesional. Sus regrabaciones no solo diluyeron el valor de los masters originales (que pasaron a manos de Shamrock Holdings en 2020 por 300 millones), sino que generaron miles de millones en ingresos y premios, incluyendo el título de "Greatest Pop Star" de Billboard en 2021.
Letras como "Vigilante Shit" y "Karma" de Midnights (2022) fueron interpretadas como dardos directos a Braun, mientras que "Father Figure" de The Life of a Showgirl (2025) apuntó a Borchetta.
El clímax llegó en mayo de 2025, cuando Swift anunció en su sitio web la compra de sus masters por unos 360 millones de dólares, incluyendo videos, conciertos y material inédito, bajo términos "justos" ofrecidos por Shamrock.
Swifties jugaron un rol clave, "armando" la publicidad y boicoteando a Braun, quien admitió en 2022 que su familia sufrió "acoso excesivo" por parte de los fans. En junio de 2025, Braun se sinceró en el podcast Diary of a CEO, expresando shock por la reacción de Swift a la que describió como "profundamente injusta" y lamentando su "arrogancia" al asumir que podrían "arreglarlo".
"Pensé que sería emocionante trabajar con ella, pero aprendí una lección importante", dijo, negando bullying y afirmando que ofreció venderle los masters múltiples veces bajo NDA.
En julio de 2025, en otro podcast, Braun llamó al desenlace un "regalo" donde "todos ganaron", destacando cómo impulsó cambios en contratos de artistas. Sin embargo, para muchos, la victoria de Swift simbolizó empoderamiento femenino contra el patriarcado de la industria.