Mike Madrigal, mejor conocido como MIKI es uno de los talentos emergentes que, con su propuesta, rápidamente se han convertido en referente, pues su sonido alternativo y su estética influenciada por el anime han hecho que su proyecto haga un gran ruido y llame mucho la atención.
Por eso es que platica con MILENIO sobre el origen de ZERO, pero también sobre su recorrido artístico y cómo se siente de compartir su arte con el público.
MIKI, un artista desde la honestidad
MIKI, con una sonrisa contagiosa, fue que se presentó ante nosotros para rápidamente comenzar a hablar sobre su proyecto, del cual es consciente que aún sigue empezando.
“Creo que estamos todavía en el empezar, pero justo creo que algo que siempre le digo a la gente que me pide algún consejo es que es difícil, mentalmente es bien complicado actualmente el tema números, el tema redes, ya sabes: que si tienes tantos escuchas o tantas reproducciones. Lo único que siempre les digo es que no se desesperen; mientras te guste y te diviertas, todo vale la pena, no importa si el show es para 200 o 1,000 personas”.
Asegurando que lo más importante es mantenerte real, pues él en la calle es la misma persona que cuando se sube a los escenarios.
“Trato de ser muy real; cuando no lo soy, siento que la gente se da cuenta. MIKI en el escenario es la misma persona que aquí abajo, con los mismos chistes; nos quedamos al after con los fans que se quieran quedar. Yo fui y soy así, yo también he estado abajo gritándole a un artista y sé qué se siente. Trato de regresarles el tiempo que puedo. Me gusta saber sus historias, como unos morros que me contaron que su primera cita fue en un show mío y ahora son novios”.
La importancia de las redes
Claramente, las redes sociales han sido una gran herramienta, no solo para poder mostrar sus canciones, también para que las personas lo conozcan y puedan conectar con él.
“Creo que no han sido clave en el inicio, o sea, no me considero un artista de redes sociales. Pero sí son fundamentales para la cercanía con la gente. En el punto donde estamos todavía puedo leer todos los mensajes, contestarles y hacer dinámicas. Me gusta crear esa comunidad, que me cuenten sus problemas o que se rían de mí si perdió el América. Agradezco las redes por poder cotorrear así con la gente”.
La vulnerabilidad y la estética del anime
Algo que marca ZERO es la clara estética de anime que la define, donde incluso dice que le recomendaron que para triunfar debía dejar “ese coto”.
“Siempre he sido muy fan del anime, tengo tatuajes de Dragon Ball, Fate, Pikachu... Una vez alguien de una banda conocida me dijo que si quería que me fuera bien, le bajara al ‘coto’ del anime, pero no puedo porque lo vivo, no es una moda. Con este primer disco por fin pudimos empezar una historia. No es anime porque no tengo presupuesto para videos así, pero las imágenes de cada frame cuentan una historia; es lo más cercano a hacer un manga con las rolas”.
Sobre el género en el que se encuentra, asegura que no sabría con exactitud:
“Nos preguntaban cómo definir el género. Si escuchas una rola puede ser folk con rock, otra pop con EDM... pero englobar todo es ‘alternativo’. Ha sido complicado encontrar un lugar. Si hiciéramos puro punk sabríamos a dónde ir o a quién abrirle shows, pero no somos solo eso. Seguimos batallando por encajar, pero si nunca encajamos en una ‘escena’ está bien, porque nos estamos divirtiendo y hacemos la música que nos gusta”.
Pero también algo importante es la vulnerabilidad que demuestra en sus canciones, algo que no le es difícil por una trampa que él mismo hace.
“Creo que mi trampa es que siempre lo escribo como si no fuera yo. Escribo desde sentimientos y cosas mías, pero trato de que no se sienta como una ventana gigante hacia mí. El proyecto tiene personajes en las portadas que llevan una historia detrás; así me ‘escudo’ en ellos. Se vuelve una historia ficticia que disfruto contar a base de experiencias mías, pero al final es una historia que no es mía”.
Por último, finaliza con un mensaje para su público: “A los nuevos, que nos den una oportunidad de escuchar el disco; estoy seguro de que habrá al menos una rola que les guste. Y a los que ya nos siguen, que se sigan clavando en el ‘lore’ de las portadas. Me gusta mantener un poco de misterio e incógnitas, que los fans más fieles sepan cosas que ni la prensa sabe. Todo lo hacemos con mucho corazón”.