Con más de veinte años de carrera, Juan Pablo Medina ha sido antagonista, comediante, cómplice de historias dulces, ácidas o incómodas. Su nombre ha estado en los créditos de películas que marcaron una época y series que llegaron antes de que el streaming se convirtiera en costumbre.
Siempre con una sonrisa franca, una voz sin prisa, una inteligencia que se adivina entre líneas. Es de esos actores que se entregan sin aspavientos. Tal vez por eso ha sabido moverse entre géneros, entre plataformas, entre décadas. No es protagonista por volumen, sino por presencia.


Juan Pablo Medina se reencuentra con Manolo Caro en una comedia que critica con humor
Pablo regresa con Serpientes y escaleras, una comedia negra dirigida por Manolo Caro que, como su título sugiere, se mueve entre caídas y ascensos, entre el absurdo y la crítica social.
Medina interpreta a un personaje que incomoda, que revela la hipocresía detrás del lujo. Y lo hace con ese tono suyo.
El humor, dice, está siempre. Es parte de su vida, no solo de su oficio. Y tal vez ahí esté el secreto. Porque detrás de su carrera constante, de su capacidad para adaptarse, hay un actor que sabe que lo más difícil es no dejar de disfrutar. Porque actuar, al final, es eso: un juego muy serio entre la verdad y la invención. Y pocos lo juegan con tanta honestidad como Juan Pablo Medina.

En entrevista con MILENIO, Pablo contó un poco de su experiencia a lo largo de su carrera y sobre 'Serpientes y Escaleras'.
RM: A lo largo de tu carrera, ¿hay algún personaje que hoy rechazarías?
JPM: "No, la verdad me siento muy agradecido por todos los personajes que he interpretado. De todos se aprende. Ahora me siento afortunado de poder elegir, porque al principio no tenía esa posibilidad. Cada personaje me ha dado algo, y por eso siempre estoy muy agradecido".
RM: Has trabajado en teatro, cine y televisión. ¿Dónde sientes que más te pareces a ti mismo?
JPM: "Me encanta el cine, el teatro y la televisión. Me gustaría trabajar más en teatro porque no he tenido tantas oportunidades como me habría gustado. Aun así, disfruto mucho hacer cine y he tenido más experiencia en televisión, lo cual también me fascina. He podido colaborar con personas que admiro y participar en proyectos muy chidos, ya sea en cine o televisión".
RM: En Serpientes y escaleras regresas a trabajar con Manolo Caro. ¿Qué te hizo decir “sí” a este guion?
JPM: "Siempre lo he dicho: cualquier proyecto que me ofrezca Manolo lo voy a hacer. Más allá de la amistad, lo admiro muchísimo como creador y director. Me encanta cómo cuenta las historias que tiene en la cabeza. Cuando leí el guión me encantó, y el personaje también, así que fue un sí sin dudarlo".

RM: ¿Cómo construyes un personaje diseñado para incomodar o mostrar lo que la sociedad prefiere ignorar?
JPM: "Primero leo el guión, trato de entender al personaje y ver qué puedo aportar. No pienso en cómo va a reaccionar el público, si va a incomodar o no. Lo importante para mí es no juzgar al personaje, comprender de dónde viene y trabajarlo a fondo con el director. Lo esencial es darle verdad y profundidad. Lo que provoque en el público ya no depende de mí, pero me siento afortunado de contar historias con personajes tan complejos".
RM: La serie critica la doble moral y el cinismo de la élite mexicana. ¿Qué tanto eras consciente de eso antes de interpretar tu personaje, y qué descubriste durante el rodaje?
JPM: "Al leer el guión entendí el tono, el humor de Manolo, y el tipo de historia que quería contar. Me divertí mucho interpretando a un personaje que vive en una inconsciencia total. Es una gran oportunidad para mostrar el lado oscuro y complejo de la sociedad a través de personajes que no se dan cuenta del daño que hacen. Como actor, eso es muy rico de interpretar".
RM: ¿Qué te permite la comedia negra como actor que no te permite el drama convencional?
JPM: "Me encanta cómo están escritos estos personajes, desde dónde se cuentan. Usar el humor para mostrar una realidad es un gran acierto. Como actor, es delicioso porque te confronta; puedes verte reflejado en lo que dice el personaje, por más inconsciente que sea. El drama se aborda desde otro lugar, pero la comedia negra te permite jugar y reflexionar al mismo tiempo".

RM: ¿Qué papel juega el humor en tu vida privada, cuando nadie está viendo?
JPM: "El humor está siempre presente. Me encanta reírme, crear un buen ambiente en todo lo que hago. Trato de ver la vida desde el humor y no tomármela tan en serio. Así soy yo, la verdad".
RM: Fuiste parte de la generación de actores que creció cuando aún no existía el streaming. ¿Qué extrañas del oficio antes de las plataformas?
JPM: "La verdad, no extraño nada. Cuando terminé de estudiar, las oportunidades eran muy limitadas: había pocas películas y muchas veces sólo existía la opción de las telenovelas, que aunque respeto, no eran lo que yo buscaba. Hoy, con las plataformas, estamos en un momento increíble lleno de oportunidades y con proyectos cada vez más interesantes. Me encanta formar parte de esto".

RM: Has mencionado que no quieres que tu historia se convierta en un símbolo de “superación personal”. ¿Qué narrativa te gustaría cambiar?
JPM: "He pasado por diferentes etapas. En su momento, necesité privacidad para entender qué me había pasado, por qué y qué iba a hacer con eso. Ahora veo que compartir mi historia me ha ayudado a madurar y también puede ayudar a otros".
"Me gustaría generar conciencia, darle visibilidad a la discapacidad, y si mi testimonio inspira o acompaña a alguien, me parece increíble. Me encanta poder hablar con personas que están pasando por algo difícil, como me pasó a mí cuando alguien me ayudó. No tiene que ser una amputación, todos vivimos procesos duros. Se trata de cómo ves la vida y de agarrarte de lo que tengas para salir adelante. Me siento muy afortunado de tener el apoyo y el amor de mi familia, y eso quiero compartir".
NGA