El director Rodrigo García volvió al Festival Internacional de Cine de Morelia con una historia hecha de emociones intensas y un humor muy sutil.
Las locuras (que llegará a Netflix el 20 de noviembre) sigue a seis mujeres en distintos momentos de la vida, cada una enfrentando su propio estallido interior. En esta historia, el cineasta construye un retrato honesto de la mente y alma femenina cuando se decide dejar de fingir calma.
García reconoció que siempre le ha atraído mirar el mundo a través de personajes femeninos: “Un día un actor me dijo que me gusta escribir personajes femeninos porque era la manera de hablar de emociones sin tener que desnudarme a mí mismo. Le dije: ‘Chingas a tu madre, cabrón’. Pero es una realidad que me interesa el mundo de las mujeres, me parece exótico porque no soy mujer”, dijo el realizador entre risas.
Con un tono íntimo, el cineasta explicó que Las locuras parte de su gusto por las historias corales.
“Siempre me han gustado estas historias que son como libros de cuentos, agarrar un tema y explorarlo a través de varias personas y situaciones. Me gusta el formato corto porque me gusta ver a la persona y enseguida ver también su obstáculo, su carencia, sin perder tiempo en la introducción de historias o personajes”.
Mujeres que sienten sin permiso
El reparto, encabezado por Ilse Salas, Cassandra Ciangherotti, Fernanda Castillo, Ángeles Cruz, Natalia Solián y Naian González Norvind (no todas presentes en el FICM), destacó la relevancia de mostrar en pantalla mujeres que viven su “locura” sin culpa ni contención, en una sociedad que todavía juzga la vulnerabilidad femenina y otros temas relacionados con el ser mujer, “sigue siendo una sociedad muy patriarcal”, explicó Ilse Salas.

Para Fernanda Castillo, la película reivindica la emoción como un territorio fértil y poderoso.
“Me encanta pensar que la locura es un lugar muy fértil y creativo de las historias, de los sentimientos y emociones —explicó la actriz a su paso por el FICM—; estas mujeres que vemos en la película han sido llamadas locas, pero debemos poner atención e que son las que se salieron del molde, y eso es por demás increíble”.
En la misma línea, Cassandra Ciangherotti reflexionó sobre la salud mental como un reflejo de las relaciones humanas:
“Desconozco qué sería una persona saludable —dijo con honestidad—, estamos en una crisis de saber relacionarnos. La salud mental está en función de adaptarse a un mundo que en este momento está horrible. De cierta forma, la gente loca tiene mucho sentido común: están tratando de decir que algo está mal en el mundo”.
La actriz subrayó también la relevancia de que esta historia se narre desde lo femenino, porque, si bien, “esta película podría ser de hombres, lo maravilloso de ver el universo femenino es que podremos ver cosas que a nosotras no se nos permiten con la libertad que a un varón. Dotar la pantalla con estas historias de mujeres me parece todo un festejo”.
La “locura” como identidad y resistencia
Ilse Salas, quien ya había interpretado a personajes en crisis emocional, destacó que la película confronta el estigma de la locura femenina con humor y empatía.
“Hay diferencia en cómo las mujeres afrontan el estigma de la locura en una sociedad tan patriarcal. Pero esto no nos parece locura, es nuestra identidad: sentirnos sentimentales, gritar, llorar, escapar. Ver a un hombre hacer lo mismo es distinto”.
En ese sentido, Las locuras abraza la intensidad emocional como una forma de sanación colectiva. Entre risas, honestidad y confesiones, el equipo coincidió en que la película invita a mirar la fragilidad, y también la pasión, no como debilidad, sino como espejo de lo humano. Del ser mujer, “la lógica pulverizada por la pasión, la cabeza derrotada por el corazón. Pocos se salvan”, resumió García sobre su filme.
MGR