Josh Hutcherson construyó una sólida carrera desde muy joven, con papeles memorables en cintas como Zathura - Una aventura espacial o El Puente a Terabithia.
Sin embargo, su salto definitivo a la fama mundial llegó cuando encarnó a Peeta Mellark en la exitosa saga de Los Juegos del Hambre.
Durante aquellos años, el actor se convirtió en uno de los rostros más visibles de Hollywood, pero tras el cierre de la saga en 2015 su presencia en grandes producciones comenzó a disminuir.
Sobre esa etapa y las razones detrás de su cambio de rumbo, Hutcherson habló recientemente en el podcast Dinner’s On Me, de Jesse Tyler Ferguson.
“Nunca aprendí lo que es el rechazo. Solo conocí el éxito”
Hutcherson admitió en el pódcast Dinner’s On Me, conducido por Jesse Tyler Ferguson, que hasta ese momento —desde su infancia hasta mediados de sus 20 años— su carrera se había desarrollado sin tropiezos importantes.
“Nunca aprendí a rechazar”, dijo Hutcherson. “Solo conocí el éxito desde los 9 años hasta los 24".
Esto reflejó una gran convicción de que, tras su paso por una franquicia tan prominente como Los Juegos del Hambre, las oportunidades debían ser siempre suyas. Pero la realidad fue distinta.
"Porque 'Los Juegos del Hambre' preparó el terreno. La industria es muy complicada porque te preparan de una manera que te dice: 'Has llegado. Ahora estás trabajando con Jennifer Lawrence y Philip Seymour Hoffman, y estás en esta película que recauda miles de millones de dólares, eres el segundo protagonista'”.
Hutcherson relató que tras el cierre de la saga de Los Juegos del Hambre, enfrentó una etapa inesperada de rechazo, revelando que no le llegaba ninguna oferta, tuvo audiciones que no resultaron en papeles y en general sintió que la industria lo ignoraba.
“Fue como una cadena de llamadas sin respuesta, sin ofertas, haciendo audiciones pero sin conseguir el papel”, recordó Hutcherson. “Es como: '¡Guau! Tengo una carrera que he tenido desde los 9 años. Siempre ha funcionado. Siempre me han elegido'. Claro, hay papeles para los que no te eligen, pero yo solo sabía que, si hacía audiciones, lo más probable era que me ficharan. Esa no es la realidad en absoluto”.
El actor reflexionó sobre la falsa sensación de seguridad que le dieron muchas de esas películas iniciales: había trabajado con grandes nombres —como Jennifer Lawrence y Philip Seymour Hoffman— en proyectos multimillonarios, lo que le hizo pensar que “el reino” era suyo; luego descubrió que no era así.
Su “primera sensación de fracaso”: entre los 24 y 25 años
Según Hutcherson, fue aproximadamente entre los 24 y 25 años cuando comenzó a sentir esa decepción —una “primera sensación” real de fracaso y rechazo— algo que hasta entonces le había sido desconocido, tras años de éxitos.
“Probablemente cuando tenía unos 24 o 25 años” fue cuando vivió esa primera experiencia de decepción, fracaso y rechazo.
Ese giro marca un contraste fuerte con la velocidad y facilidad con las que antes conseguía papeles: “si hacía una audición, lo más probable era que me ficharan. Esa no es la realidad en absoluto.”
Después de ese período sombrío en el que las oportunidades prácticamente desaparecieron, Hutcherson parece haber encontrado de nuevo su camino en la industria.
Proyectos recientes como la serie I Love L.A. (de HBO) y la secuela Five Nights at Freddy's 2 han contribuido a ese renacimiento profesional. Además, el actor reveló a Variety que felizmente regresaría a la franquicia de Los Juegos del Hambre sin pensarlo dos veces.
"Me encantaría volver al set con Francis, con Jen, con Liam, con Woody", dijo. "No me costaría nada convencerme. Estaría allí en un abrir y cerrar de ojos".