Su vida es como una mezcla musical en la que hay samples de vivencias y aprendizaje, de virtudes y defectos, de caer y ponerse en pie, de pasión y talento actoral forjado con horas convertidas en años de preparación, todo, para transmitir el sentimiento por el que pasa un personaje en determinada escena, igual que lo llega a transmitir un buen track salida de alguna tornamesa.
El actor lagunero, Héctor Kotsifakis, disfruta de pinchar la tornamesa y de agregar su sazón a los platillos de DJ, desde su juventud es un pasatiempo que ha sobrellevado a la par con la actuación, incluso llegó a vivir de la música mientras se posicionaba como actor.
“Kotsi”, como es nombrado por sus amigos y allegados, es egresado del Centro Universitario de Teatro de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el cual se hizo acreedor, en 2018, al premio Diosas de Plata, otorgado por Periodistas Cinematográficos de México (PECIME), por su trabajo en la película “Me gusta pero me asusta” que superó el millón y medio de espectadores en sus primeras dos semanas.
Cuenta con cerca de cien producciones registradas en el IMDB (International Movie Data Base), así como otras que no están entre sus datos. Héctor Kotsifakis ha participado en producciones como “Los Inadaptados”, “El Infierno”, “El Recluso” o “La Teniente”.
¿Cómo combinas tu gusto por la actuación con otro pasatiempo?
Desde muy chavito en Torreón empecé a trabajar como DJ en un sitio sobre el bulevar Independencia. Luego me alejé un rato y entré al teatro, trabajé de mesero y de vendedor antes de irme a estudiar a la UNAM.
Ya en la capital tenía un vecino que producía festivales de música electrónica y nos empezamos a juntar, me hice de un equipo y me dediqué a eso mientras me posicionaba como actor. Mezclar música es un hobby que disfruto y que sigo haciendo desde hace muchos años. Hasta he producido música para cortometrajes y para teatro.
¿Es complicado actuar escenas de pareja y tener una relación en la vida real?
Demasiado, es algo muy complicado. Actúas cuatro meses con la chica que se supone es tu pareja en la serie o novela, la pareja real ve las escenas donde te besas con la actriz, con la que tienes que generar algo amoroso que sea creíble. Que vean esas escenas es algo muy complicado, hay que dar explicaciones todo el tiempo.
Por eso uno acaba relacionándose con actrices porque entienden cómo es el trabajo porque están en lo mismo.
¿Qué te gusta más, el teatro, cine o series?
He disfrutado mucho hacer las tres cosas, pero creo que me apasiona más el cine, tiene un trabajo puntual en cuanto a la construcción del personaje, casi casi artesanal.
Tienes que tener clara la historia, saber cómo llega el personaje en cada escena porque se filma en desorden, no de manera cronológica, en cambio el teatro hay cosas fáciles y a su vez difíciles porque una cosa lleva a la otra de manera cronológica, pero es en el momento.

¿Qué tal las telenovelas?
El problema con las telenovelas es que muy pocas están escritas antes de hacerlas, las van escribiendo conforme el rating va subiendo o bajando. Si un personaje no gusta y lo sacan o lo matan en la historia, meten a nuevos, no se sabe cuánto durará, si tu personaje se morirá o no, empiezas siendo bueno y terminas como un hijo de la fregada. La telenovela tiene giros en la historia que tienen que ver con la comercialización, son más para vender productos.
¿Héroe, villano o protagonista?
Me ha tocado hacer de todo, el bueno, el malo, pero lo que he disfrutado más que nada es ser el malo. Me han hablado más para ser el matón, el secuestrador o el narcotraficante.
Es muy divertido agarrarse a balazos como niños jugando a policías y ladrones. Aprendes a disparar, tomas cursos en manejo de armas, cómo moverse con un arma, o ir manejando o ir en caballo y disparar.
Aunque también me gustan personajes con problemas psicológicos graves o con depresión profunda.
¿Has estado en peligro real en alguna escena?
He actuado de noche con el frío de octubre en la capital, empapándome con chorros de agua desde una pipa. De pronto estás temblando y no controlas la quijada, hasta he pensado, “a ver si aquí no me agarra una hipotermia, cabrón”, pero no me puedo rajar.
A veces hay escenas que tiran balas de plástico, y dónde le haga un poco para arriba a ver si no me saca un ojo, o cuando me tumbaron un diente en una escena con un cachazo.
¿Qué cine te gusta como espectador?
Me gusta mucho ver cine serio, que plantee una problemática sobre la condición humana donde no hay mala intención, sino donde se habla de cosas que le pasan a cualquier persona y lo duro que es afrontar algunas situaciones.
Me gusta el cine de ‘arte’, pero también me entretengo con series como la de “Narcos” o “Breaking Bad’’.

¿Has hecho personajes que cambiaron tu forma de ver la vida?
Sí, me pasó en la película “Reacciones adversas” (2011), pues esa película me obligó a trabajar a fondo la depresión profunda. Es voltear a ver a esas personas que pueden llegar a tener una deficiencia de algún químico en el cerebro o una vitamina, que de pronto hace que su filtro respecto a la realidad sea alterado y que sienta que el mundo conspira en su contra.
Como actor, sufrir de la misma forma es fuerte. A partir de ahí cambiaron cosas en mi vida respecto a mi futuro, qué mejor que buscar pasarla bien.
¿Películas favoritas?
“La Caza”, “Tres colores: Azul”, “La Jaula de Oro”, entre otras.
RCM