El Día Mundial del Ahorro de Energía se celebra cada 21 de octubre desde 2012, cuando fue instituido por el Foro Energético Mundial durante su conferencia inaugural en Dubái.
Este día busca promover la eficiencia energética y la reducción del consumo de energía en todos los sectores de la sociedad, con la finalidad de proteger el medio ambiente, mitigar el cambio climático y fomentar un uso responsable de los recursos energéticos.

Día Mundial del Ahorro de Energía: Objetivo
Su objetivo principal es sensibilizar a empresas, gobiernos y ciudadanos sobre la importancia de adoptar prácticas que reduzcan el gasto energético y el impacto ambiental generado por el uso mayoritario de combustibles fósiles.
Se promueve la implementación de tecnologías y hábitos que mejoren la eficiencia, como el uso de energías renovables, mejor aislamiento en edificios y dispositivos que regulen el consumo de energía.
Además, esta conmemoración impulsa la educación y concienciación sobre el ahorro energético mediante campañas, talleres y actividades que incentivan la autoevaluación del consumo, tanto en el hogar como en la industria.
Se reconoce que el ahorro de energía no solo contribuye a la sostenibilidad ambiental, sino que también representa ahorros económicos significativos para hogares y empresas.
El Día Mundial del Ahorro de Energía enfatiza la responsabilidad colectiva para garantizar un acceso a energía fiable, moderna y accesible para todos, con una meta para el año 2030.
Esta fecha se diferencia de otros días relacionados con la energía, como el Día Internacional contra el Cambio Climático o el Día Mundial de la Energía y el Medio Ambiente.
Políticas públicas y compromiso internacional
Entre las políticas públicas exitosas en eficiencia energética destacan varias estrategias implementadas a nivel internacional y en México, que han logrado reducir el consumo energético y las emisiones contaminantes, además de fomentar la inversión en tecnologías limpias.
Una política clave es la promoción de estándares mínimos y metas progresivas para la eficiencia energética en distintos sectores, como la industria, el comercio y el hogar, estableciendo objetivos claros para la reducción de la intensidad energética.
En México, la Ley de Transición Energética (LTE) fija metas específicas de participación de energías limpias en la generación eléctrica (25% para 2018, 30% para 2021 y 35% para 2024) y una tasa anual de reducción de la intensidad energética del 2.2% a 2.5% para los próximos años.
Otra política efectiva es el impulso a programas de certificación y financiamiento para la adopción de tecnologías eficientes y la mejora de infraestructura, como el programa Eco Crédito Empresarial y el Sello FIDE, que incentivan a las empresas y sectores productivos a reducir su consumo y emisiones mediante auditorías, capacitación y asistencia técnica.
Además, países como Brasil han desarrollado políticas públicas que combinan incentivos económicos y normativos, involucrando a múltiples actores como empresas de servicios energéticos, proveedores tecnológicos e instituciones industriales, con metas de ahorro considerables (2 mil millones de dólares) y reducción de emisiones (4.5 millones de toneladas de CO₂) a largo plazo.
Las inversiones en infraestructura verde, como la sustitución del alumbrado público por luminarias eficientes y la promoción del transporte público sustentable, complementan estas políticas, contribuyendo a una transición energética sostenible.
También se incluyen compromisos internacionales como el Acuerdo de París, que obliga a actualizar metas y fortalecer acciones nacionales de eficiencia energética.
Estas políticas públicas exitosas combinan regulación, incentivos, educación y compromiso multisectorial para lograr un desarrollo económico bajo en carbono y eficiente en el uso de la energía.

Recomendaciones para el ahorro doméstico de energía
Para reducir el consumo de energía en el hogar, se pueden implementar varias medidas concretas y efectivas. Primero, cambiar las bombillas tradicionales por focos LED o de bajo consumo, que usan menos energía y duran más tiempo.
Es importante también apagar luces y aparatos eléctricos cuando no estén en uso, evitando lo que se conoce como consumo fantasma, que puede representar hasta un 10% del gasto energético.
Se recomienda instalar sensores de movimiento o reguladores de luz para que la iluminación se ajuste según la necesidad y aprovechar al máximo la luz natural manteniendo ventanas y cortinas limpias. Otro consejo útil es revisar regularmente las instalaciones eléctricas para detectar fugas o fallas, y desconectar completamente los dispositivos electrónicos cuando no se usen.
Para el calentamiento de agua, utilizar boilers eficientes o calentadores solares ayuda a reducir energía. En cuanto al aire acondicionado, instalar termostatos programables para controlar el uso también favorece el ahorro.
Además, aprovechar técnicas como la ventilación cruzada para refrescar la casa y reducir el uso de aire acondicionado o ventiladores es recomendable.
Finalmente, elegir electrodomésticos con certificación de eficiencia energética reduce significativamente el consumo, aunque representen una inversión inicial mayor. Estas acciones no solo disminuyen la factura eléctrica, sino que contribuyen a un impacto ambiental menor y un uso responsable de los recursos.
Acciones locales en Hidalgo
La Comisión Estatal de Fomento y Ahorro de Energía se encarga de impulsar acuerdos con sectores eléctricos, gubernamentales y sociales para mejorar la infraestructura y promover proyectos de ahorro de energía en vivienda, comercio e industria.
Además, fomenta la certificación de procesos de ahorro energético para aumentar la competitividad de las empresas con beneficios institucionales.
Los municipios están obligados a elaborar manuales técnicos que incluyen sistemas para aprovechar la radiación solar, iluminación natural y ahorro de agua, complementando así las acciones para la eficiencia energética,
Con esto se busca un desarrollo integral, equitativo y sostenible que beneficie a la población, con enfoque en la innovación tecnológica y el respeto al entorno ambiental.
Hidalgo también impulsa la instalación de energías limpias, como paneles solares, y programas institucionales de desarrollo energético que promueven la transición a fuentes renovables y el uso eficiente de la energía, apoyados por el gobierno estatal y federal.
Estas políticas reflejan un esfuerzo coordinado junto con la sociedad y sectores productivos para reducir el consumo energético, su impacto ambiental y garantizar un desarrollo sostenible en la región.

Marco legal y programas de eficiencia energética
Los programas estatales para la eficiencia energética están orientados por la Ley para el Fomento del Ahorro Energético y Uso de Energías Renovables y ejecutados por la Agencia Estatal de Energía.
Entre los más importantes destacan los proyectos de instalación de paneles solares y energías renovables. Hidalgo promueve la instalación de sistemas fotovoltaicos en infraestructuras públicas y privadas, lo que ayuda a reducir el consumo de energía eléctrica convencional y los costos asociados.
También se ofrece asesoría y certificación energética para empresas y municipios; se brindan servicios técnicos para evaluar y certificar el uso eficiente de energía, fortaleciendo la competitividad empresarial y mejorando la gestión energética institucional.
Por supuesto, también hay campañas de sensibilización pública y capacitación comunitaria que buscan educar a la ciudadanía sobre prácticas de ahorro energético y la importancia del uso responsable de los recursos, involucrando diversos sectores sociales.
Estos programas estatales se coordinan con instancias federales y buscan alinear las metas de eficiencia energética y uso de energías renovables con los compromisos nacionales e internacionales para una economía baja en carbono y desarrollo sostenible en Hidalgo. Se espera que en los próximos años sigan ampliándose e incorporando nuevas tecnologías y estrategias.
RM