El presidente estadunidense Donald Trump no se prestará para ser entrevistado como parte de la programación previa al Super Bowl, rompiendo una tradición mantenida por sus predecesores George W. Bush y Barack Obama.
"Él no hará una entrevista por el Super Bowl", dijo un funcionario de la Casa Blanca a la cadena de televisión CNN.
[OBJECT]La tradición fue instaurada por el también republicano Bush y luego por su sucesor, el demócrata Barack Obama, que consolidó la costumbre en los dos periodos que estuvo al frente del gobierno estadunidense.
Después de que Obama abandonara la Casa Blanca, el propio Trump aceptó prestarse el año pasado para un cuestionario -grabado previamente- con la cadena conservadora Fox, la televisión que emitía la final de la NFL y uno de los pocos medios de comunicación alabados por el magnate después de llegar al poder.
En esta ocasión, la encargada de retransmitir el acontecimiento deportivo es NBC, uno de los canales incluidos en el grupo de los medios que Trump califica como 'fake news' (noticias falsas).
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Según recogieron los medios locales, la propia NBC confirmó la negativa de la Casa Blanca a que el presidente se someta a las preguntas de sus periodistas, aunque reconocieron que la oferta continúa sobre la mesa.
[OBJECT] Trump ha atacado en numerosas ocasiones a la liga de futbol americano y a los jugadores de la misma después de que algunos se arrodillaran durante la reproducción del himno del país e incluso se negaran a salir del vestuario en protesta contra el mandatario.
El presidente llegó a pedir que se prohibiera a los jugadores hincar la rodilla en el pasto mientras se esté interpretando el himno nacional.
"La NFL tiene todo tipo de reglas y reglamentos. Su única salida es establecer por norma que no se puedan arrodillar durante el himno nacional", dijo el magnate a través de su cuenta de Twitter, en la que ha pronunciado múltiples declaraciones criticando al colectivo y la entidad.
gcc