Lo de Renata Zarazúa en el último año es único. Rompió con la sequía de presencia mexicana en los cuatro Grand Slams e irrumpió en el Top 100 del ranking mundial, convirtiéndose en la primera tenista azteca desde que Angélica Gavaldón lo hizo en 1996. ‘Rena’ como le apodan sus cercanos, ha encontrado la consistencia necesaria para mostrar su mejor versión también en México, donde la presión se sentía más, que en el resto del mundo. Con un físico fuerte y mentalidad enfocada, ha derrocado también las barreras del género.
¿Las mujeres tienen un límite?
¿Sabes? yo pensaba que sí, hace como dos años dije yo ya llegué a mi tope, ya no puedo hacer nada más para ser mejor en el tenis y me he dado cuenta que sí. Tengo 27 años, pero en el deporte se siente como que ya viví muchos porque empecé desde muy chiquita pero ahorita es cuando mejor me he sentido, cuando más he mejorado porque te das cuenta que no hay límites, y el ver que mejoras te motiva a mejorar más y sobre todo a abrirte, a veces somos un poco cerradas por miedo de querer ver qué tan buenas somos o por no querer llegar literal a nuestro límite, creo que nos cerramos y nos quedamos conformes en donde estamos, pero siempre es bueno dar un pasito más, pasar esa incomodidad y dejarte llevar por la vida. Los límites de cada persona son diferentes y eso es muy aceptable pero no hay límites.
Así trabaja Renata Zarazúa mentalmente
Además del físico, ¿qué cambios consideras más importantes para encontrar tu mejor momento?
La parte mental nos ayuda o nos afecta en el día a día, yo me di cuenta cuando me estaba yendo mal en el tenis, cuando quizás sentía que podía mejorar en un aspecto y no sabía cómo, y dije bueno, lo que más puedo mejorar es la parte mental, controlar los nervios y estar un poco más positiva para manejar un poco mejor la presión. Hay muchas técnicas, a mí me funcionó mucho meditar 30 minutos al día en las mañanas, pero también aprendí a meditar durante el día en el sentido de, parar y respirar o simplemente analizar el porqué me estoy sintiendo como me estoy sintiendo y eso lo reflejo en la cancha, me ha dado como una forma de ver el juego diferente, como más agradable, a veces sufría mucho estando en la cancha porque sentía que tenía que ganar sí o sí, y ahora las ganas siguen ahí si no se da el resultado, lo manejo mejor.
¿Qué representa para ti el ser mujer?
Representa mucho. Yo creo que las mujeres merecemos lo mismo que los hombres, quizá no tenemos la misma condición física o ciertas cosas, pero creo que nosotras no tenemos algo que ellos no tienen, y tampoco ellos no tienen algo que nosotras tenemos. Me siento muy orgullosa. Como mujeres pasamos por muchas etapas en el día a día, a lo mejor te sientes bien en la mañana y en la tarde te sientes cansada y no siempre hay una razón, e igualmente tienes que ir y hacer tu deporte, entrar a la cancha y luchar sin que la gente sepa lo que estás sintiendo, ha sido difícil. No sé si eso les pasa a los hombres, me da curiosidad de saber si se sienten normal todos los días.
Lorena Ochoa, una inspiración
¿A quién admiras?
Hace poco leí el libro de Lorena Ochoa y aunque juguemos deportes distintos, me hizo súper interesante porque cuenta todo su proceso, lo que vivía en los viajes, en los torneos y lo vi súper cercano a cómo vivo mi día a día. Me encantó, entonces creo que ella es una de las que admiro mucho y un poco todas las tenistas, a veces es difícil decir alguna porque al final son mi competencia también, pero admiro un poquito de cada una de ellas.
Además de entrar al Top 50, ¿qué meta quieres cumplir?
Me encantaría ganar un torneo en México, he ganado en dobles pero no en singles y sería algo con lo que me podría retirar tranquila, como decir guau ya hice esto, estoy contenta y satisfecha con mi carrera, aunque lo veo difícil porque creo que cuando tienes tantas ganas de cumplir algo esas ganas te juegan un poco en contra, pero es estoy tratando de llevarlo un poco mejor.
¿De qué manera, actividades como el Kids Day que se vive en cada torneo, aportan a tu experiencia profesional?
Cuando haces ese tipo de actividades como que te sientes bien, da mucha satisfacción y orgullo. Cuando era chiquita me encantaba que profesionales jugarán conmigo, incluso tienes cierto respeto a las niñas más grandes, al convivir con ellos espero poder dejarles un poquito de mí, trato de ser como me hubiera gustado que se portaran conmigo, traté de darles algunos consejos y me impactó que fueron super cariñosos e interesados en mi firma o en una foto, siendo tan chiquitos lo que quieres es irte a jugar videojuegos o con tus amigos así que fue increíble.
SRN
