No hay duda de que el 2025 ha sido, en términos generales, un dominio de dos personas en el tenis. Carlos Alcaraz y Jannik Sinner se han dividido las grandes victorias en el calendario de la ATP y son contados los tenistas que se han erigido ganadores durante la temporada.
Sin embargo, el impresionante avance de Félix Auger-Aliassime hasta las semifinales de las ATP Finals en Turín bien podría definirse como uno de los giros argumentales más inesperados de la campaña, una grata sorpresa que es fiel reflejo de la resiliencia de un talento bien conocido y que se ha visto al margen por los otros dos titanes anteriormente mencionados.
La victoria del canadiense sobre el número 3 del mundo, Alexander Zverev, por 6-4, 7-6(4), no sólo selló su pase al penúltimo partido de la Copa de Maestros, también es la corona de un año de resurgimiento que podría verlo terminar como el número 5 del mundo, una mejora espectacular para un jugador que comenzó 2025 en el puesto 29 del ranking y que ni siquiera habría pensado que terminaría este año en la carrera por Turín.
It’s party time for @felixtennis ???? #NittoATPFinals pic.twitter.com/pG7e1BTJJU
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Auger-Aliassime, de 25 años, tiene una carrera ha pasado por lapsos de incertidumbre. Tras alcanzar las semifinales del US Open en 2021 y el puesto número 6 del ranking en 2022, el canadiense atravesó dos años complicados, ya que sufrió lesiones en la rodilla y la espalda, además de una preocupante pérdida de su juego, calificado por muchos como multifuncional, volviéndose incluso predecible por momentos, una clara evidencia de los problemas de confianza y tácticos que lo llevaron a caer en la primera ronda de cinco de los ocho Grand Slams entre 2023 y 2024.
Pero el punto de inflexión de Félix Auger-Aliassime comenzó a principios de 2025 con victorias en torneos menores como el Torneo de Adelaida, el de Montpellier y el de Bruselas (todos ATP 250), pero su verdadero regreso a la élite se materializó en el US Open de septiembre, donde alcanzó las semifinales y logró arrebatarle un set a Sinner. Esta actuación fue el resultado de un arduo trabajo y de ajustes físicos y estratégicos, incluida la contratación de un nuevo preparador y una mejor gestión de su calendario, como lo demostró al retirarse de un torneo menor (el Torneo de Basilia, un ATP 500 en octubre) a pesar del riesgo de perder su plaza en Turín.
En esta Copa de Maestros, Auger-Aliassime ha demostrado las cualidades que lo convirtieron en una promesa al inicio de la década: un servicio potente y una derecha decisiva. En su camino hacia las semifinales, superó a Ben Shelton y luego a Zverev, exhibiendo una calma y una capacidad para capitalizar los momentos cruciales que a menudo les faltaron a sus rivales. Salvó múltiples puntos de break con primeros servicios dominantes y cerró el duelo contra Zverev con una racha de golpes profundos y potentes.
Five ⭐️ FAA@felixtennis advanced to the semi-finals for first time at the #NittoATPFinals ⤵️
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Su libertad y soltura en la cancha contrastan con casos como el de Zverev, afectado por su rendimiento, o Alex de Miñaur y Lorenzo Musetti, quienes han expresado públicamente su agotamiento físico y mental tras una ardua temporada.
Ahora, Félix Auger-Aliassime se enfrentará a Carlos Alcaraz en las semifinales del sábado 15 de noviembre. En una temporada tan enfocada en el dúo de cabeza, el resurgimiento de uno de los jugadores más apreciados del circuito se ha convertido en una grata sorpresa. La magia de Félix Auger-Aliassime regresó en un cierre que promete ser emocionante, incluso cuando todo luce complicado frente al tenista murciano, que este viernes aseguró el número 1 del mundo en el ranking.
CIG