En lo alto de la sierra, donde el viento recorre libre los barrancos y los caminos se vuelven eternos, una mujer corre con falda y huaraches. Su nombre, María Lorena Ramírez Hernández, ya se volvió leyenda: la rarámuri que en 2017 sorprendió al mundo al ganar el Ultra Trail Cerro Rojo sin más equipamiento que su indumentaria tradicional. Desde entonces, cada zancada suya ha sido un grito de resistencia y orgullo por los pueblos originarios.
"Representa mi cultura indígena", dice con seguridad sobre su vestimenta. "No quiero perder mis costumbres o mis tradiciones. Así crecí y así sigo corriendo", dijo Ramírez Hernández.
Lorena habla poco, pero lo que comparte refleja una fuerza que no se dobla: la de quien alguna vez empezó corriendo 10 kilómetros y terminó conquistando ultramaratones de 100. "Creo que soy la única mujer rarámuri que corrí cien kilómetros", recordó con una mezcla de asombro y firmeza.

Actos de resistencia
A su lado aparece otra mujer que, aunque no corre con huaraches, también ha hecho del camino un acto de resistencia. Mirna Beatriz de la Cruz, mejor conocida como Estrellita, es atleta, líder y cofundadora de la Fundación Lorena Ramírez.
Su labor va más allá de los cronómetros: construye puentes entre comunidades, gobiernos y atletas para que el deporte sea una puerta hacia la visibilidad y la dignidad de los pueblos indígenas. "No vengo a cambiar los usos y costumbres", aclaró.

"Sino a dar oportunidades de equidad, de igualdad. Lo más bonito es ver cómo, gracias a eventos como estos, niñas y niños de la sierra ya no sólo cuidan chivos: también sueñan con estudiar, con correr, con tener otra vida. Es el salir ya de la sierra, el convivir, ven una visión diferente y ese es el mensaje que se lleva hacia las comunidades", señaló.

Mexicanas imparables
Ambas son parte de México Imparable, un serial de carreras que busca más que medallas: quiere ser un espacio de encuentro, de orgullo y de transformación. El primer capítulo se correrá en Palenque, Chiapas, bajo el nombre de Raíces de Agua. Allí, 130 atletas indígenas mostrarán no sólo su resistencia física, sino la profundidad de sus culturas.
"Esta es la fiesta de ustedes", les repite Estrellita a los corredores. Para ella, cada competencia es más que un reto: es su "carrera de vida". La de quien deja familia, seguridad y comodidad para sembrar en otros la certeza de que el deporte también puede ser un camino hacia la libertad.
"Cada una tiene una historia que contar y es bonita, pero la carrera que más me gusta es la carrera de mi vida. Porque es bonito ayudar a las demás personas, como es Lorena y no solamente ella, muchos más", comentó.

"En lo que respecta a mí, la carrera de mi vida personal como vida, el dedicarte y decir que puedes hacer mucho y contribuir con los demás, que no cualquiera va a dejar tu vida social, tu familia, por irte a las comunidades, por arriesgar todo", añadió.
RGS